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Política

General Astudillo recuerda Chavín de Huántar: “Nuestra misión ahora es salvar a 32 millones”

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, César Astudillo Salcedo, estuvo al frente de la operación Chavín de Huántar, que hoy cumple su 23° aniversario, y lidera la batalla militar contra el coronavirus en el Perú.

General César Astudillo Salcedo participó de la Operación Chavín de Huántar. Composición: Fabrizio Oviedo / La República.
General César Astudillo Salcedo participó de la Operación Chavín de Huántar. Composición: Fabrizio Oviedo / La República.

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general César Astudillo Salcedo, se pronunció en el 23° aniversario de la operación Chavín de Huántar que puso fin al secuestro de 72 personas a cargo de terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

La represión a los rehenes duraron por 126 días en la residencia del embajador de Japón, Morihisa Aoki, ubicada en San Isidro. El general Astudillo Salcedo fue parte de la acción militar que, según sus propias palabras para Correo, “no duró ni 30 minutos, pero fue trascendental en la historia del Perú”.

“Esta operación no llegó a durar ni 30 minutos, pero fue trascendental en la historia del Perú, porque estos criminales (los emerretistas) tenían secuestrada a toda una nación”, declaró en entrevista con el diario local.

El general, que aseveró que las Fuerzas Armadas tienen la moral hasta el tope en la lucha contra el nuevo coronavirus (COVID-19) en el Perú, fue parte de una de las acciones militares más exitosas de los últimos tiempos.

“Yo participé en Chavín de Huántar al mando del Equipo 1 del Grupo Alfa; teníamos a cargo el primer piso. Ensayamos, mañana, tarde, noche y madrugada, durante los 126 días que significó el cautiverio de los 72 rehenes, hasta el Día D, el 22 de abril de 1997, donde se logró el rescate con las lamentables bajas del coronel Juan Valer, el capitán Raúl Jiménez, los héroes, y del doctor Giusti Acuña (vocal supremo)”, precisó.

Astudillo Salcedo reconoció la labor de cada integrante de las Fuerzas Armadas en la operación militar que logró liberar a las personas de las manos del terrorismo. Resaltó la participación del técnico Fredy Rueda, quien fue parte de la acción militar exitosa, pero que falleció hace poco a causa de otro nuevo enemigo: el nuevo coronavirus.

“He debido iniciar esta entrevista con un homenaje póstumo al técnico de la Armada Peruana Fredy Rueda, un valiente marino que acaba de fallecer el 14 de abril, afectado por el COVID-19, en el Hospital Naval. Él fue combatiente en el Ucayali, en el Vraem, en Chavín de Huántar, y siempre salió victorioso, pero el COVID-19 se llevó a este gran hombre, mis condolencias a su familia”, subrayó.

Operación Chavín de Huántar

El 17 de diciembre de 1996 a las 8:20 p. m., con detonaciones los terroristas del MRTA irrumpieron en el comedor de la residencia del embajador, donde celebraban el 63º aniversario del nacimiento del Emperador de Japón Akihito y a la que habían asistido alrededor de 600 personas.

Entre ellos Alejandro Toledo, quien luego fue presidente, y Javier Diez Canseco, a parte de cientos de diplomáticos, oficiales del gobierno, militares de alto rango, empresarios , periodistas.

Con el paso de las semanas y negociaciones con el Estado, los miembros del MRTA fueron liberando a mujeres, ancianos, hasta que se dio el golpe sorpresa con el operativo Chavín de Huántar.

El 22 de abril de 1997 pasadas las 3 de la tarde, un escuadrón de 148 comandos inició la operación Chávin de Huántar, que se había planificado tiempo atrás. Los agentes ingresaron por unos túneles hechos por mineros, sreprendiendo a los terroristas quienes fueron derrotados.

Con la imagen de uno de los militares retirando y tirando la bandera del MRTA en la azotea de la embajada de Japón, el Perú celebró el rescate de los rehenes y la derrota del terrorismo.

“Al principio pensábamos entrar escalando las paredes, después cambió el escenario porque se movieron los terroristas; luego dijimos: ‘Vamos a entrar por las dos puertas’, y cambió el escenario porque comenzaron a sacar a los rehenes por las ventanas. Al final se decidió por los túneles”, detalló el general.

General Astudillo sobre COVID-19: “Quizá sea mi última batalla, pero venceremos”

Astudillo Salcedo resaltó que el Perú ahora enfrenta al coronavirus otro nuevo enemigo silencioso e invisible que hasta este 22 de abril ha provocado 484 muertes y 17.837 contagiados.

“Estuve en el Conflicto del Cenepa, en 1995; en la operación Chavín de Huántar, en 1997; en la pacificación del Huallaga, con la captura de ‘Artemio’ (Florindo Flores Hala); y muchos años en el Vraem. Bueno, y ahora en esta guerra con un enemigo invisible, el COVID-19, que nos mide fuerza, pero venceremos, por supuesto, quizá sea mi última batalla, pero venceremos”, mencionó.

Referente a su misión contra la la pandemia mundial enfatizó en que el objetivo ahora es el de salvar la vida de todos los peruanos, controlando el aislamiento social obligatorio, que es la principal medida para evitar la propagación de la enfermedad en el país.

“Nuestra misión ahora es salvar vidas. En Chavín de Huántar nuestra misión fue salvar la vida de los 72 rehenes, ahora es salvar la vida de 32 millones de peruanos. Lamentablemente ya van más de 400 fallecidos por esta pandemia y lo que queremos es evitar que mueran muchas más personas, por eso el señor presidente (Martín Vizcarra), con el Consejo de Ministros, ha determinado las inamovilidades”, señaló.

Además, el general Astudillo Salcedo reiteró que las Fuerzas Armadas continuarán trabajando en las calles, para evitar más casos de contagios a pesar que se levante el estado de emergencia. “Nuestra tarea no va a terminar ahorita, porque esta pandemia no se va el 26 de abril, va a seguir, y como ha dicho el señor presidente, no es que se vaya a liberar todo y vamos a volver al mundo como era antes, van a continuar algunas limitaciones”, remarcó.