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Policías acusados de extorsión a comerciantes se comen billetes para evitar cárcel en Colombia

Los policías fueron acusados por los delitos de secuestro extorsivo y extorsión agravada. Al ser detenidos por agentes del orden, optaron por comer los billetes para esconder la evidencia.

Momento en el uno de los policias colombianos intenta tragar con dificultad los billetes. Foto: Caracol/captura
Momento en el uno de los policias colombianos intenta tragar con dificultad los billetes. Foto: Caracol/captura

Dos policías fueron grabados mientras se comían medio millón de pesos colombianos durante la tarde el último martes 13 de junio, en un video difundido por Noticias Caracol.

En las imágenes se ve a los agentes del orden, adscritos al municipio de Soacha (Colombia), retenidos por otros policías, quienes le piden que se identifiquen y que digan cuáles eran sus labores en la zona.

No obstante, los patrulleros llevaban el rostro cubierto con pasamontañas y por debajo tenían escondidos billetes que se estaban comiendo para no ser descubiertos y desaparecer evidencia alguna.

Policías se comen billetes para esconder evidencia en Colombia

“Se realizó la captura y posterior legalización de dos patrulleros que estaban haciendo prácticas corruptas extorsionando a un comerciante de Soacha, valiéndose de un antiguo procedimiento que presentaba la víctima, le exigían hasta dos millones de pesos”, explicó el director de Fiscalías de Cundinamarca, Carlos Manuel Silva.

La autoridad confirmó la captura y acusación: “Cuando se produjo la primera entrega, uno de los patrulleros acomodándose el pasamontañas decidió comerse los billetes”.

“Posteriormente, se llevaron ante un juez de control de garantías donde se legalizó el procedimiento de captura en donde se les formuló imputación por los delitos de secuestro extorsivo, extorsión agravada y al que consumió los billetes todo lo relacionado con destrucción de la evidencia”, concluyó Carlos Manuel Silva.

Medios colombianos reportaron que la suma que los policías estaban llevando alcanzaría el millón de pesos, producto de una extorsión a comerciantes de la zona.

“Dejamos constancia de que se está comiendo la plata", dice uno de los patrulleros que llegó al sitio para la captura. "Abra la boca que va a ser peor”, se escucha decir a uno de los oficiales.