Su cuerpo estaba cubierto de tatuajes y ahora luce irreconocible tras someterse a una cirugía láser para quitárselos: conoce la historia de Leandro de Souza
Leandro de Souza, el hombre más tatuado de Brasil, se volvió tendencia tras someterse a cirugías para eliminar 170 tatuajes que cubrían el 95% de su cuerpo.
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Leandro de Souza, conocido por ser el hombre más tatuado de Brasil, se ha vuelto tendencia en su país tras someterse a una dolorosa cirugía para eliminar los 170 tatuajes que cubrían el 95% de su cuerpo. Su nueva apariencia ha dado la vuelta al mundo y lo ha convertido en un personaje inconfundible para quienes lo reconocen en espacios públicos.
La decisión de eliminar todos sus tatuajes está relacionada con un giro espiritual y personal, con el que busca cerrar una etapa marcada por adicciones e inestabilidad emocional.
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El recuerdo de su primer tatuaje y su pasión por las bandas de rock y metal que se reflejaba en sus expresiones
En una entrevista para el medio brasileño G1, Leandro de Souza recuerda con claridad cómo fue su primer tatuaje y la identidad que comenzó a construir en sí mismo, una que lo acompañó durante gran parte de su vida: ''Hice mi primer tatuaje a los 13 años'', confesó.
Además, mencionó que sus gustos musicales influyeron notablemente en su juventud y le dieron sentido al estilo de vida que adoptó a través de los tatuajes: "En ese momento eran expresiones de lo que yo idolatraba: Guns N' Roses, Nirvana, Metallica, las marcaron mi juventud", relató.

Leandro de Souza publicando en su cuenta personal de Instagram de cómo pasó su quinta sesión de cirugía láser. Foto: IG - Leandro de Souza
Una vida llena de excesos
Con el paso del tiempo, Leandro de Souza llegó a tatuarse 170 veces, cubriendo el 95% de su cuerpo. Esta transformación evidenciaba su profunda pasión por el arte corporal y su decisión de convertir su piel en un lienzo viviente. Sin embargo, su historia también estuvo marcada por episodios oscuros que lo llevaron a un camino de adicciones.
Sumado al divorcio con su expareja, su vida entró en una profunda crisis y depresión que agravaron su adicción a las drogas como el LSD, el éxtasis y el alcohol. “No soportaba la vida que llevaba. Me transformé en una atracción, como un animal de circo”, contó. En esa misma declaración, Leandro reconoció que tocó fondo y que pasó un largo tiempo totalmente aislado del mundo, aunque seguía siendo una figura llamativa para la sociedad por su estilo de vida.
El evangelismo que le abrió las puertas a un camino diferente
Los duros acontecimientos que atravesaba en su vida personal llevaron a Leandro de Souza a cambiar el rumbo de su historia. Por ello, decidió buscar refugio en un albergue de Bagé, un municipio del estado de Río Grande do Sul, cerca de la frontera con Uruguay. Allí conoció a personas que le inculcaron la fe en el evangelismo y transformaron su vida por completo: ''El primer paso es aceptar que no puedes hacerlo solo, que eres un adicto. Decidí cambiar porque encontré algo más grande que yo mismo. Ahora predico y busco transmitir esperanza'', expresó.
Dos años después de iniciar su camino en el evangelismo, Leandro transformó por completo su vida y abandonó el consumo de drogas y alcohol para dedicarse a predicar en comunidades y prisiones cercanas.
El doloroso proceso que atravesó para eliminar sus tatuajes
De Souza también relató la dolorosa experiencia que atravesó para eliminar sus tatuajes y darle un nuevo rumbo a su vida. Tuvo que someterse a entre cinco y ocho cirugías láser en cada tres meses, un proceso intenso que le permitió borrar gran parte de las marcas que alguna vez cubrieron su piel: ''Duele mucho más que hacerlos. Tres veces más, incluso con anestesia'', admitió.
Tras superar este duro proceso, la apariencia del brasileño comenzó a recuperar su aspecto natural, aunque todavía quedan huellas en su cuerpo de aquel joven que dedicó su vida al arte corporal y que definía su antigua identidad.

























