El hombre que hizo el ayuno más largo de la historia durante 382 días y la verdad que quedó documentada sobre los límites del cuerpo humano
El caso de inanición prolongada de Angus Barbieri, pese a su notoriedad en las décadas de 1960 y 1970, fue desestimado por la medicina debido al alto riesgo de provocar la muerte de los pacientes.
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En 1965, Angus Barbieri decidió acudir a especialistas con el objetivo de mejorar su estado de salud. Los médicos del Departamento de Medicina de la Universidad del Royal Infirmary de Dundee, en Escocia, le sugirieron el ayuno como método para reducir su peso. Sin embargo, no anticiparon el nivel de determinación que Angus mostraría para poner fin a su obesidad extrema.
El caso de Angus Barbieri, documentado en 1973 por la revista Postgraduate Medical Journal, requirió un seguimiento médico constante debido a los riesgos asociados con la inanición prolongada. A pesar de recibir suplementación a base de vitaminas, Barbieri, en su intento por alcanzar un peso saludable, enfrentaba graves riesgos debido a la duración extrema del ayuno.
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Angus Barbieri: el caso clínico que desafió los límites del ayuno
Con un peso inicial de 207 kilogramos, Angus Barbieri, ciudadano escocés de 27 años, fue un ejemplo de voluntad y determinación, pero también un caso que evidenció los riesgos y límites del cuerpo humano. Las posibles consecuencias adversas para su salud exigieron supervisión médica constante, lo que resalta que los ayunos prolongados deben abordarse con extrema cautela y siempre bajo control profesional.
A pesar de lograr el cambio físico que buscaba, Angus Barbieri enfrentó múltiples dificultades, como episodios de hipoglucemia y la necesidad de modificar drásticamente su estilo de vida, tanto en el trabajo como en sus relaciones sociales, para evitar tentaciones que pusieran en riesgo su meta.
Los riesgos del ayuno extremo y otras restricciones alimentarias
El caso de Angus Barbieri ejemplifica los riesgos asociados a las dietas extremas. Sin aporte energético externo, el cuerpo recurre a las reservas de grasa para sobrevivir, pero solo durante un tiempo limitado. Pasado cierto umbral, también comienza a consumir masa muscular, lo que incrementa el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
En 1990, Angus Barbieri falleció por causas no especificadas, lo que añadió un matiz de misterio a su historia. Su caso sigue siendo un punto de partida para debatir sobre las prácticas extremas de pérdida de peso. Aunque se documentaron otros casos similares, también se registró la muerte de al menos una persona por inanición prolongada. Esto refuerza la idea de que lo ocurrido con Barbieri fue una excepción y no un modelo a seguir en materia de salud.























