Presidente de Irán promete una respuesta “poderosa” y tomarán medidas para que “Israel se arrepienta”
El ataque de Israel resultó en la muerte de altos mandos militares y civiles. Entre las víctimas se encuentran altos funcionarios del ejército que impulsan el programa nuclear de Irán.
- Trump amenaza a Rusia con imponer aranceles del 100% si Putin no llega a un acuerdo de paz con Ucrania en 50 días
- México supera a Brasil y Argentina: estaría entre las 10 mejores economías del mundo en 2030

El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, calificó como “salvaje y criminal” el bombardeo del Ejército israelí sobre la ciudad de Teheran y advirtió que Irán dará una “respuesta poderosa y legítima” para que Israel “se arrepienta” tras el ataque, que ha acabado con parte de su cúpula militar y con un número indeterminado de altos cargos y civiles.
“A partir de este momento, el Gobierno de la República Islámica de Irán ha comenzado a tomar las medidas defensivas, políticas y legales necesarias para que el ilegítimo Israel se arrepienta de su (agresión) y negará a los israelíes un momento de descanso”, dijo la Administración de Pezeshkian en un comunicado citado en la agencia IRNA.
Irán rechazo de una "guerra psicológica"
Pezeshkian pidió "al orgulloso pueblo de Irán" que "mantenga la unidad y la cohesión" y que "no haga caso a los rumores e informaciones falsas, parte de una guerra psicológica del enemigo", al tiempo que ha destacado que el Gobierno iraní "seguirá sirviendo a la nación con total compromiso". "El día a día continuará sin alteraciones", prometió.
"Hoy, la nación iraní necesita más que nunca mantenerse junta con unidad, confianza, solidaridad y consenso. Con la ayuda de Dios todopoderoso y un espíritu noble, responderá con sabiduría, firmeza y determinación al brutal crimen del régimen ocupante, a día de hoy la entidad más odiada por el pueblo iraní", afirmó.
¿Qué pasó entre Israel e Irán?
Durante la madrugada, el Ejército israelí lanzó un ataque masivo contra más de un centenar de objetivos estratégicos en Irán. Entre los blancos se incluyeron figuras clave del aparato militar y científico, así como infraestructuras críticas, como la principal planta de enriquecimiento de uranio ubicada en Natanz, en medio de la tensión por el programa nuclear iraní.
La ofensiva causó la muerte de varios altos mandos, tanto militares como civiles, hecho confirmado por el líder supremo iraní, Ali Jameneí, quien advirtió que Israel enfrentará un castigo “amargo y doloroso” por sus acciones. Entre las víctimas mortales figuran el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, general Mohamad Hosein Baqerí; el comandante de la Guardia Revolucionaria, general Hossein Salamí; y el general Gholam Ali Rashid, jefe de la base aérea Khatam ol-Anbiya.