Deportaciones masivas bajo Trump: activistas y abogados temen por su futuro al defender a inmigrantes en Estados Unidos
Los activistas y abogados que defienden a los inmigrantes en EE.UU. viven con miedo debido a las políticas migratorias de Trump, que amplían las deportaciones masivas y desafían los derechos de los indocumentados.
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En medio de un clima de creciente incertidumbre, las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump continúan afectando a la comunidad inmigrante en Estados Unidos. Bajo su mandato, el alcance de las deportaciones se ha expandido, alcanzando a millones de indocumentados, incluidas personas sin antecedentes penales. Activistas y abogados que han defendido los derechos de los inmigrantes viven con el temor de que su trabajo quede en la mira del gobierno y que, eventualmente, puedan enfrentar represalias.
Las políticas migratorias de la administración Trump no solo han provocado miedo entre los inmigrantes, sino también entre aquellos que luchan por sus derechos. A lo largo de su mandato, Trump implementó medidas que buscaban ampliar las deportaciones masivas, inicialmente centradas en individuos con antecedentes criminales y órdenes de deportación, pero luego ampliadas a toda la población indocumentada. Estos cambios no solo ponen en riesgo a millones de personas, sino que también desafían a los abogados y activistas que defienden a los inmigrantes.
Crecer el miedo en la comunidad inmigrante en el Gobierno de Trump
El temor crece día a día en la comunidad inmigrante, especialmente entre aquellos que carecen de documentación. La administración Trump ha dejado claro que la seguridad nacional es una prioridad, y las redadas en diversas ciudades de Estados Unidos se han incrementado. Esta situación no solo afecta a los inmigrantes indocumentados, sino también a ciudadanos estadounidenses que temen ser identificados como extranjeros por su aspecto físico o su acento. Para muchos, este clima de hostilidad ha hecho que las comunidades de inmigrantes se sientan vulnerables en su propia casa.
Uno de los efectos más significativos de esta política es el aumento de las redadas y el uso de perfiles raciales para detener a personas de origen latino, incluso si no están involucradas en actividades ilegales. Organizaciones como Derechos Plenos de los Inmigrantes y CHIRLA han denunciado estos abusos y alertan sobre el impacto de las políticas de Trump, que no solo afectan a los indocumentados, sino que generan un ambiente de hostilidad hacia todos los inmigrantes, independientemente de su estatus legal.
Impacto en los abogados y activistas migratorios en Estados Unidos
El trabajo de los abogados y defensores de los derechos de los inmigrantes también ha sido impactado de manera directa por las políticas de deportación masiva. Lilia Velásquez, profesora adjunta en la Universidad de California, en San Diego, expresó que muchos abogados se sienten “paralizados” al enfrentar una situación que, según ella, es un “escenario muy difícil y delicado”. Las restricciones impuestas por el gobierno dificultan la defensa legal de quienes buscan regularizar su situación en Estados Unidos, y las políticas de detención se han vuelto más estrictas.
Un ejemplo reciente de estas dificultades es el uso de bases de datos obtenidas de manera legítima para otros fines, como la información recopilada por el Departamento de Vehículos y Motores (DMV) de California. El gobierno ha utilizado estos datos para realizar arrestos, algo que ha generado gran preocupación entre los defensores de los derechos de los inmigrantes. Los abogados temen que la cooperación con el sistema de inmigración de EE.UU. se vuelva aún más peligrosa, y la protección de los derechos constitucionales quede en segundo plano ante un clima de persecución generalizada.
Las organizaciones que apoyan a los inmigrantes también se han visto afectadas. La cancelación de programas federales destinados a ayudar a los residentes permanentes en el proceso de naturalización, sumada a la retirada de fondos para asistir a inmigrantes recién llegados, ha complicado aún más la labor de estas entidades. Activistas como Angélica Salas, de CHIRLA, han denunciado que las políticas del gobierno han hecho más difícil el trabajo de integración y asistencia a los inmigrantes, afectando la vida de miles de personas.
En resumen, el escenario bajo el gobierno de Trump es uno de miedo e incertidumbre para millones de inmigrantes y aquellos que luchan por sus derechos. La comunidad de defensores de inmigrantes se enfrenta a un entorno de hostilidad, mientras que los indocumentados siguen viviendo bajo la amenaza constante de ser deportados.