
Fallece Edesio Alejandro, cantante y compositor cubano tras padecer cáncer de próstata: "Así estaremos hasta que Dios decida"
El querido músico cubano falleció a los 66 años de edad en Madrid, España, lugar donde tuvo que viajar para combatir la enfermedad que padecía desde hace cuatro años atrás.
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Edesio Alejandro, cantante y compositor de Cuba, falleció a los 66 años de edad este miércoles 5 de marzo en Madrid, España, lugar donde tuvo que viajar para tratar de combatir el cáncer de próstata que lo aquejó desde hace 4 años. En el país caribeño, según detalló en una entrevista el querido artista, se había agotado la medicina que ayudaba a controlar la enfermedad.
Asimismo, anteriormente, Alejandro había mencionado lo difícil que era soportar el cáncer porque le estaba "causando mucho dolor", pero aclaró que seguiría luchando "hasta que Dios decida" cuándo será el día de su partida, que lamentablemente llegó hoy.
Edesio Alejandro: un legado en la música cubana
Edesio Alejandro nació en La Habana en 1958 y, desde joven, mostró un talento excepcional para la música. A lo largo de su vida, destacó como compositor, productor musical y cinematográfico, dejando una huella indeleble en el panorama artístico cubano. Su obra abarcó diversos géneros musicales, incluyendo música para cine, televisión y producciones discográficas que llegaron a consolidarlo como un referente de la música cubana.
A lo largo de su carrera, trabajó en proyectos destacados que marcaron la memoria colectiva de los cubanos. Entre sus obras más reconocidas en el cine están las bandas sonoras de filmes como Kleines Tropicana (1997), Un Rey en La Habana (2005), Clandestinos (1987), y Suite Habana (2003), todos ellos considerados clásicos de la cinematografía cubana. Su colaboración con el director Fernando Pérez, quien lo consideraba un maestro, dio lugar a algunas de las producciones más emblemáticas de la historia del cine cubano.
El impacto de Edesio Alejandro también se extendió a la televisión cubana, donde su música fue parte fundamental de varias series y telenovelas populares. Entre ellas se incluyen 'Hoy es siempre todavía', 'Misterio de un tesoro', 'Salir de Noche y El mago del cachumbambé', una de las producciones infantiles más queridas por varias generaciones de cubanos.
La lucha contra el cáncer de próstata
El 2024 fue un año especialmente difícil para Edesio Alejandro, quien, en una entrevista con el Diario de Cuba, compartió que llevaba ya cuatro años luchando contra el cáncer de próstata. En la misma entrevista, el músico mencionó que había viajado a Madrid para continuar su tratamiento, pues en Cuba la medicina que controlaba su enfermedad había desaparecido. A pesar de los esfuerzos por recibir atención médica, su salud se deterioró significativamente en los últimos meses, llevando a su fallecimiento en marzo de 2025.
Durante su tratamiento, Edesio Alejandro mantuvo una actitud positiva, manifestando en varias ocasiones que, aunque la enfermedad le causaba mucho dolor, no dejaba de luchar. A mediados de 2024, el compositor cubano también inició una campaña para recaudar fondos con el fin de cubrir los costos de su tratamiento en España. Su mensaje de esperanza y resistencia ante la adversidad resonó en muchos de sus seguidores, quienes continuaron apoyando su causa.
Reconocimientos y premios de Edesio Alejandro
A lo largo de su carrera, Edesio Alejandro fue reconocido en múltiples ocasiones por su contribución al arte cubano. En 2010, su producción 100 sones cubanos le valió una nominación al Grammy Latino, consolidando su posición como uno de los músicos más importantes de la escena internacional. Esta obra fue una de las más ambiciosas de su carrera, pues incluyó una colección de cinco discos que abarcaban diversos géneros de la música cubana, incluyendo la rumba.
El reconocimiento a su obra no se limitó a los premios. Su música, siempre arraigada en la tradición cubana pero abierta a la experimentación, inspiró a varias generaciones de músicos y artistas. Su versatilidad le permitió moverse entre diferentes géneros, desde la música popular hasta la música de cámara, dejando una marca imborrable en cada campo que tocó.