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Investigación revela cómo los órganos envejecen a distintos ritmos y qué puede mejorar la longevidad

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Stanford ha confirmado que algunas áreas del cuerpo envejecen a un ritmo más rápido que otras. Este fenómeno tiene un impacto directo en la probabilidad de desarrollar ciertas enfermedades, lo que a su vez influye en la esperanza de vida.



Estudio de la Universidad de Stanford revela que ciertas áreas del cuerpo envejecen a un ritmo más acelerado, impactando en la esperanza de vida. Foto: HispanTV
Estudio de la Universidad de Stanford revela que ciertas áreas del cuerpo envejecen a un ritmo más acelerado, impactando en la esperanza de vida. Foto: HispanTV

Un estudio de la Universidad de Stanford reveló que los órganos envejecen a ritmos distintos, lo que afecta tanto la salud como la esperanza de vida. Este descubrimiento abre nuevas puertas para comprender y, posiblemente, frenar el proceso de envejecimiento. Los investigadores hallaron que, aunque los ratones de laboratorio comparten el mismo ADN y condiciones de vida, muestran notables diferencias en su envejecimiento. Este fenómeno ha impulsado el estudio del "envejecimiento de los órganos", un área de investigación que podría transformar nuestra comprensión sobre cómo y cuándo envejecemos.

Los hallazgos sugieren que el envejecimiento no sigue un proceso uniforme, sino que varía según las diferentes partes del cuerpo y puede verse afectado por factores como el estilo de vida. Comprender cómo envejecen nuestros órganos podría brindarnos la oportunidad de tomar decisiones más informadas para mejorar nuestra salud a largo plazo.

Los científicos de Stanford comenzaron a investigar por qué algunos órganos parecen envejecer más rápidamente que otros. Utilizando biología molecular y análisis de datos identificaron patrones que permiten clasificar a las personas según su "ageotipo", es decir, qué órganos están envejeciendo más rápido. Este enfoque ha revelado que el envejecimiento es un proceso altamente individualizado y que puede ser modificado por nuestras elecciones diarias.

 Un estudio de la Universidad de Stanford revela que los órganos envejecen a ritmos diferentes, afectando la salud y esperanza de vida. Foto: Telemundo

Un estudio de la Universidad de Stanford revela que los órganos envejecen a ritmos diferentes, afectando la salud y esperanza de vida. Foto: Telemundo

Estudio de la Universidad de Stanford: envejecimiento no es temporal

El estudio involucró a más de 5,600 personas y analizó 11 órganos clave (corazón, pulmones, riñones, cerebro, hígado, entre otros) para determinar su envejecimiento biológico. Se descubrió que un 18.4% de los adultos mayores de 50 años tenían al menos un órgano que envejecía significativamente más rápido que el promedio para su edad cronológica. Las personas con órganos envejecidos de forma acelerada tenían un mayor riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con esos órganos y un mayor riesgo de muerte a lo largo de los 15 años siguientes.

Los resultados del estudio indican que las personas con un corazón más viejo tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar enfermedades cardíacas, mientras que aquellos con un cerebro más joven tienen menos probabilidades de sufrir demencia. Estos hallazgos resaltan la importancia de entender el envejecimiento de los órganos para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida en la vejez.

El papel del estilo de vida en el envejecimiento

Los investigadores han encontrado que factores como la dieta, el ejercicio y el consumo de alcohol pueden influir en la edad biológica de nuestros órganos. Aquellos que llevan un estilo de vida saludable tienden a tener órganos más jóvenes, mientras que hábitos poco saludables aceleran el envejecimiento. Este conocimiento podría ser clave para desarrollar estrategias personalizadas de salud.

  • Dieta: una dieta balanceada y rica en nutrientes es esencial para la salud de los órganos. Los alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales ayudan a combatir el daño celular, reduciendo el riesgo de envejecimiento prematuro. Por otro lado, dietas altas en grasas saturadas, azúcares refinados y productos ultra procesados pueden acelerar el envejecimiento biológico al aumentar la inflamación y el estrés oxidativo, que son factores clave en el deterioro de las células y órganos.
  • Ejercicio: la actividad física regular tiene un impacto positivo en la salud de los órganos, ya que ayuda a mantener una buena circulación sanguínea, mejora la función metabólica y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades del corazón y problemas cerebrales. El ejercicio también ayuda a regular las hormonas relacionadas con el envejecimiento y a reducir la inflamación, lo que contribuye a mantener la "juventud" de los órganos.
  • Consumo de alcohol: el consumo excesivo de alcohol tiene efectos negativos sobre diversos órganos, especialmente el hígado, el corazón y el cerebro. El alcohol puede aumentar la inflamación, el estrés oxidativo y dañar las células, acelerando el envejecimiento de los órganos. El abuso de alcohol está relacionado con enfermedades hepáticas, problemas cardiovasculares y trastornos neurológicos, lo que contribuye a un envejecimiento más rápido de estos órganos.

Futuro de la investigación sobre longevidad

El futuro de la investigación sobre longevidad humana y envejecimiento epigenético en Stanford está orientado a hacer avances sustanciales en la medicina preventiva, la regeneración celular y la terapia personalizada. Con el enfoque en los fundamentos multiómicos, los investigadores no solo buscan ralentizar el envejecimiento, sino también extender la vida saludable mediante la comprensión profunda de cómo la genética, la epigenética, las proteínas y los metabolitos interactúan para afectar la salud humana a lo largo del tiempo. Estos avances no solo podrían mejorar la calidad de vida, sino también revolucionar la forma en que tratamos las enfermedades crónicas asociadas con la vejez.

A medida que la ciencia avanza, se espera que surjan pruebas que permitan a las personas conocer su ageotipo y tomar decisiones informadas sobre su salud. Aunque aún queda camino por recorrer, la posibilidad de modificar el envejecimiento de nuestros órganos representa un avance emocionante en la búsqueda de una vida más larga y saludable.