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Irán ejecuta al menos 11 presos en medio de campaña para disuadir el crimen y mantener el control interno en el país

El régimen de Irán ejecutó al menos 11 personas en un solo día, destacando la creciente aplicación de la pena de muerte en el país. Las ejecuciones se llevaron a cabo en ciudades como Yasuj y Tabriz.

Las ejecuciones se realizaron en diversas ciudades, incluyendo Yasuj, Tabriz, Zahedan y Rasht. Foto: Composición LR/Unsplash/AFP.
Las ejecuciones se realizaron en diversas ciudades, incluyendo Yasuj, Tabriz, Zahedan y Rasht. Foto: Composición LR/Unsplash/AFP.

El régimen de Irán llevó a cabo la ejecución de al menos 11 personas en un solo día, en un contexto de creciente uso de la pena de muerte en sus cárceles. Este domingo, las ejecuciones se realizaron en diversas ciudades, incluyendo Yasuj, Tabriz, Zahedan y Rasht.

Las organizaciones de derechos humanos expresaron su profunda preocupación por esta escalada en el uso de la pena capital, que se convirtió en una práctica común en el país. La ejecución masiva de prisioneros en un corto período de tiempo pone de manifiesto la falta de respeto por los derechos humanos y el debido proceso en Irán, donde el régimen intensificó su represión contra disidentes y opositores.

Represión y violaciones a los derechos humanos

El gobierno iraní confirmó tres ejecuciones en las prisiones de Yasuj y Tabriz, en la prisión central de Yasuj, Saman Karimi, un joven de 25 años de la provincia de Kohgiluyeh y Boyer-Ahmad, fue ejecutado tras haber sido condenado por homicidio premeditado hace dos años. Según Human Rights Monitor (HRM), su proceso judicial presentó irregularidades.

Las organizaciones de derechos humanos expresaron su profunda preocupación por esta escalada en el uso de la pena capital. Foto: EFE.

Las organizaciones de derechos humanos expresaron su profunda preocupación por esta escalada en el uso de la pena capital. Foto: EFE.

En la prisión central de Tabriz, se llevaron a cabo dos ejecuciones adicionales por delitos relacionados con drogas. Mahrokh Khani, de 35 años y extrabajadora de un taller de costura, fue ejecutada después de haber pasado 4 años en prisión bajo acusación de tráfico de drogas. Junto a ella, Kazem Babaei, de aproximadamente 45 años, quien había estado bajo custodia por más de dos años y medio por delitos similares, también fue ejecutado.

En otro incidente relevante, en la prisión de Zahedan, Mohammad Nabi Papalzehi, un afgano residente en Zabol, fue ejecutado por acusaciones de narcotráfico. Esta ejecución ha generado preocupación en la comunidad internacional, ya que HRM asegura que su proceso legal careció de garantías fundamentales, poniendo nuevamente en la mira el sistema de justicia iraní.

Reacciones de la comunidad internacional

La comunidad internacional reaccionó con indignación ante estas ejecuciones. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch denunciaron la falta de transparencia en los juicios y la utilización de la pena de muerte como un medio de control social. Estas organizaciones instaron a los gobiernos a condenar enérgicamente las acciones del régimen iraní y a presionar por el respeto a los derechos humanos en el país.

El uso de la pena de muerte en Irán fue objeto de críticas durante años, pero la reciente escalada en las ejecuciones llevaron a un renovado enfoque en la situación de los derechos humanos en el país. La comunidad internacional se enfrenta al desafío de encontrar formas efectivas de abordar esta crisis y de apoyar a aquellos que luchan por la justicia y la dignidad en Irán.