La película austriaca "El baño del diablo" triunfa en el festival de Sitges
La película, dirigida por Veronika Franz y Severin Fiala, representará a Austria en los Óscar y profundiza en la vida de Agnes, una mujer que enfrenta el patriarcado y su depresión.
"El baño del diablo", una exploración de la depresión femenina en la Europa rural del siglo XVIII, se llevó este sábado el máximo galardón del festival de Sitges, un referente del cine fantástico, que también premió como mejor película latinoamericana a la colombiana "Mi bestia".
La cinta, dirigida por Veronika Franz y Severin Fiala y que representará a Austria en la carrera de los Óscar, sigue la vida de Agnes (Anja Plaschg), una mujer recién casada que cae en depresión cuando descubre sus obligaciones matrimoniales, en una sociedad patriarcal marcada por el oscurantismo.
El dúo de realizadores, que hace diez años ya triunfaron en este mismo festival con "Buenas noches, mamá", vuelven a su cine psicológico más opresivo con este retrato basado en hechos reales de unas vidas que "no salen en los libros de historia", según sus autores.
El premio Blood Window a la mejor película latinoamericana fue para "Mi bestia", de Camila Beltrán, ambientada en el Bogotá de 1996, cuando el miedo irracional ante la inminencia de un eclipse lleva a Mila, de 13 años, a interrogarse sobre el mal y las transformaciones de su propio cuerpo.
Esta ópera prima, protagonizada por Stella Martínez, parte de los recuerdos de la cineasta y aborda la pubertad y la menstruación como "una especie de poder que tiene [la protagonista], que la fascina y que ella decide asumir hasta el fondo", dijo Beltrán a la AFP cuando presentó la película en Cannes, en mayo pasado.
- Epicentro del cine fantástico latinoamericano-
Sitges evidenció de nuevo la gran vitalidad del cine fantástico latinoamericano, con los estrenos mundiales de títulos que no dudan en abordar la realidad del continente, a veces incómoda, a través del terror y la fantasía.
Es el caso de "1978", de los hermanos argentinos Nicolás y Luciano Onetti, la muy violenta historia del secuestro de un grupo de jóvenes cuyos torturadores descubren demasiado tarde que han capturado a la gente equivocada.
También se presentaron en Sitges la mexicana "Un cuento de pescadores", de Edgar Nito, que parte de una leyenda ancestral para indagar el choque entre modernidad y tradición en el mundo rural, y "Continente", de Davi Pretto, que aborda las desigualdades económicas y sociales del sur de Brasil a través de una historia de vampiros.
La 57ª edición del certamen contó este año entre otros invitados con el actor estadounidense Giancarlo Esposito, conocido por su papel de Gus Fring en la serie "Breaking Bad", el realizador Mike Flanagan, considerado el maestro del terror contemporáneo por series como "La maldición de Hill House", y el actor australiano Geoffrey Rush, ganador de un Óscar y muy popular por su papel de capitán Barbossa de la saga "Piratas del Caribe".
Sitges es también una fiesta para los miles de fans entusiastas que abarrotan las salas de cine de esta pequeña localidad de la costa catalana y celebran cada año una multitudinaria "Zombie Walk", un desfile de personas disfrazadas de muertos vivientes que en los últimos años están brotando en ciudades de todo el planeta.