Nuevos bombardeos israelíes en Líbano, Hezbolá reporta combates en tierra
Más de 2.000 víctimas en Líbano desde octubre de 2023, un conflicto que intensifica la tensión en Oriente Medio, con advertencias de Irán sobre la persistencia de sus aliados en la lucha contra Israel.
El ejército israelí realizó el sábado nuevos bombardeos aéreos en Líbano, principalmente en la periferia sur de Beirut, bastión de Hezbolá, que reportó enfrentamientos con las tropas israelíes en la frontera libanesa y un ataque contra una base aérea del norte de Israel.
En el sur de Líbano, "los soldados del enemigo israelí intentaron de nuevo avanzar hacia los alrededores de la alcaldía del pueblo de Adayseh" y "los enfrentamientos continúan", declaró el movimiento islamista libanés Hezbolá el sábado en un comunicado, después de afirmar que obligó a los soldados israelíes a "batirse en retirada" en esta zona.
La poderosa milicia indicó además que había atacado a tropas en la región de Yarun, igualmente en el sur, con una "andanada de cohetes" y también a soldados en dos lugares del lado israelí.
También aseguró que había lanzado cohetes contra la base aérea israelí de Ramat David cerca de la ciudad de Haifa, en el norte, a unos 45 km de la frontera con Líbano.
Por su lado, el movimiento islamista palestino Hamás anunció que uno de sus comandantes, su mujer y dos de sus hijas murieron el sábado en un bombardeo israelí en un campo de refugiados palestinos cerca de Trípoli, en el norte de Líbano.
Se trata del primer bombardeo en esta región desde el inicio de la guerra entre Hamás e Israel en la Franja de Gaza, desencadenada tras el ataque de envergadura del movimiento islamista en suelo israelí el 7 de octubre de 2023.
En vísperas del primer aniversario de ese ataque, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió el viernes que sus aliados, principalmente Hezbolá y Hamás, continuarían la lucha contra Israel, acentuando los temores a una conflagración en Oriente Medio.
- Ataque en una mezquita -
Después de haber debilitado a Hamás en su ofensiva en Gaza, Israel anunció a mediados de septiembre que desplazaba "el centro de gravedad" hacia el norte, en la frontera libanesa, donde sus tropas iniciaron el lunes una operación terrestre contra Hezbolá.
Por la mañana, una serie de explosiones sacudieron la periferia sur de Beirut, donde se elevaban columnas de humo, según imágenes de AFP tomadas en la zona cercana al aeropuerto.
El ejército israelí, que intensificó sus bombardeos en Líbano desde el 23 de septiembre contra objetivos de la milicia proiraní, había emitido órdenes de evacuación para algunos sectores.
El ejército afirmó también que había atacado durante la noche a combatientes de Hezbolá que operaban "en el interior de una mezquita", en el sur del país.
Es el primer bombardeo de este tipo desde el inicio hace un año de la violencia transfronteriza entre el ejército israelí y Hezbolá, que abrió un frente contra Israel en apoyo a su aliado Hamás en la guerra en Gaza.
La madrugada del viernes, el ejército israelí realizó intensos bombardeos en la periferia sur de Beirut, destruyendo varios edificios.
Según el sitio de información israelí Ynet, estos ataques contra el cuartel general de inteligencia de Hezbolá tenían como blanco a Hashem Safieddine, posible sucesor del líder de la organización Hasán Nasralá, muerto el 27 de septiembre en un bombardeo israelí cerca de capital libanesa.
- "Resistencia" -
Según el servicio libanés de gestión de catástrofes, más de 2.000 personas han muerto en Líbano desde octubre de 2023, de las cuales más de mil desde el 23 de septiembre. El gobierno libanés cifra en alrededor de 1,2 millones el número de desplazados.
Unas 374.000 personas huyeron en los últimos días hacia Siria, según las autoridades.
"La resistencia en la región no retrocederá ante estos martirios", declaró el viernes el ayatolá Jamenei en un sermón en una gran mezquita de Teherán.
Este discurso era el primero desde que Irán lanzara el martes unos 200 misiles contra Israel, el segundo ataque de su historia contra ese país. Teherán afirmó que se trataba de una respuesta por las muertes de Hasán Nasralá y de Ismail Haniyeh, jefe de Hamás, abatido en un bombardeo imputado a Israel el 31 de julio en la capital iraní.
El ataque provocó amenazas cruzadas de represalia entre Israel e Irán y ante el temor a una escalada, el presidente estadounidense, Joe Biden, estimó el viernes que Israel debía "considerar otras opciones" que la de atacar las instalaciones petroleras de Irán, tras haber mencionado esta posibilidad.
Por su parte, el expresidente estadounidense y candidato presidencial republicano Donald Trump consideró que Israel debería "golpear" las instalaciones nucleares iraníes.
El ejército israelí asegura que ha matado a 250 combatientes de Hezbolá y que ha atacado más de 2.000 posiciones desde que iniciara su ofensiva terrestre en el sur de Líbano, donde nueve de sus soldados murieron en los combates.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (Finul), desplegada a lo largo de la frontera con Israel, anunció el sábado "mantener sus posiciones" pese a una petición del ejército israelí de "desplazar algunas".
Unos 10.000 cascos azules de la ONU están desplegados en el sur de Líbano para supervisar el mantenimiento de la paz en la región.