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Loewe invita a las mujeres a volar con vestidos flotantes, Miyake las envuelve con papel

Issey Miyake, por su parte, exploró el arte del papel en su nueva propuesta, con vestidos de casulla y chaquetas de "washi", evocando la delicadeza del origami japonés y un enfoque minimalista.

La República
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Loewe propuso este viernes una colección femenina que levita, con amplios vestidos que oscilan gracias a aros, mientras que Miyake envolvía a las mujeres con papel, como si la moda fuera un origami.

Sin abandonar la reinterpretación del cuero y la lana, el diseñador estrella de Loewe, Jonathan Anderson, propone una colección primavera/verano muy etérea y romántica.

Los alambres que sirven para airear los vestidos también ayudan a levantar las levitas de los abrigos de piel.

Para lanzarse al vuelo, zapatillas de boxeo ágiles, con el logo de la marca española.

"La materia sale como volando de la prenda. Tienes la estructura, pero al mismo tiempo la idea de algo que está en constante movimiento", explicó Anderson a la prensa tras el desfile.

Mientras que en siglo XVIII los aros servían para dar ligereza a pesados vestidos, Anderson los utiliza para conferir una idea aún más ensoñadora a vestidos casi transparentes, como si la prenda, casi un velo (invariablemente estampado con flores) siguiera a su propietaria flotando.

"Logramos encontrar una manera de que la estructura sea lo suficientemente ligera. Puedes lograr tensión con apenas dos trozos de tela", añadió.

Para las fiestas, minivestidos de lentejuelas de azul cobalto, gris granito, tonos irisáceos, con micropantalón a juego.

"Es algo que desarrollamos tejiendo, es casi como tejer en tres dimensiones", indicó el creador norirlandés.

También hay propuestas mucho más clásicas. Una cazadora tipo motorista se convierte por arte de magia en una capa. El pantalón, también de puro cuero, de color crema, ancho, abombachado.

En la audiencia, viejos conocidos de Anderson, como el director de cine italiano Luca Guadagnino y el actor Daniel Craig junto a su esposa Rachel Weisz, Gal Gadot, el creador de Louis Vuitton, Pharrell Williams, la crítica Anna Wintour...

- El papel de Issey Miyake -

En Issey Miyake, la colección primavera-verano 2024/2025 se desplegó en torno al arte del papel.

"Una voluntad de enraizamiento al tacto", explica el diseñador Satoshi Kondo, a la cabeza de la célebre casa japonesa con sede en París.

Algunos vestidos son casullas tan finas que parecen poder romperse en cualquier momento.

Chaquetas de "washi", el papel tradicional japonés, se llevan con las piernas descubiertas, como un poético origami desplegado en beige, del que emana una gran pureza.

Los pantalones están sujetos con inesperados clips de papelería metálicos.

Las alforjas ultrafinas de Issey Miyake, atadas en cada extremo, confirman la tendencia de la temporada: el bolso blando XXL de bandolera, llevado en la espalda como un yugo.

- Vetements juega a romper esquemas -

La marca Vetements nació en 2014 como una reivindicación de la moda callejera. Su gran estrella era el diseñador de origen georgiano Demna Gvasalia, que luego desembarcó en Balenciaga.

Marca apoyada por músicos como Kanye West o Rihanna, su gran golpe de efecto fue una simple camiseta amarilla con el logo de la empresa de transportes DHL, en 2016, una jugarreta que se vendió como panes calientes.

Para esta colección primavera verano, la supermodelo Gigi Hadid desfiló vestida simplemente con una banda adhesiva DHL pegada al cuerpo.

A partir de ahí, todo fue provocar y romper moldes: el rapero Travis Scott desfiló con chaqueta y pantalones estilo vaquero, en simil cuero brillante.

La súper modelo estoniana Carmen Kass apareció embarazada, con sujetador y falda de raso. Un joven modelo vestía una chaqueta de oficinista con el pecho agujereado, como si la prenda hubiera sido atravesada por la bala de un cañón.

Todo lo contrario del japonés Yohji Yamamoto, un creador con un pie en Tokio y París.

Su desfile en los grandes salones del Ayuntamiento de París fue una vez más una oda a la serenidad.

Yamamoto utiliza casi exclusivamente el negro y el blanco. Anuda y retuerce la ropa, la agujerea, antes de ponerla superpuesta, como trapos, encima de una modelo que aparece despeinada, como si regresara de una barricada.