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Kamala Harris: la estrategia de la candidata del Partido Demócrata para vencer a Donald Trump

La vicepresidenta Kamala Harris reemplaza como candidata del Partido Demócrata a Joe Biden en los comicios 2024. Por ello viene ejecutando, a paso acelerado, varias maniobras para superar a Trump. ¿Cuáles son?

Kamala Harris podría convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos en la historia. Foto: EFE
Kamala Harris podría convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos en la historia. Foto: EFE


Las posibilidades de que Joe Biden volviera a vencer a Donald Trump y saliera reelegido iban disminuyendo día a día durante la presente campaña electoral. Todo empeoró con el debate —transmitido por CNN— ante su opositor republicano a fines de junio, en el que tuvo dificultades para culminar sus ideas y hasta cometió varios lapsus. Estos fueron atribuidos a su edad, 81 años. Por supuesto Trump capitalizó las debilidades de Biden y se animó a lanzar comentarios sarcásticos. “Realmente no sé lo que ha dicho al final de esa frase. Creo que él tampoco sabe lo que ha dicho”, dijo el empresario.

La derrota de Biden en la confrontación se confirmó solo horas después, cuando CNN detalló que para el 67% de televidentes, Trump le había ganado el debate al demócrata. Luego una encuesta nacional divulgada por CBS en la quincena de julio mencionaba que Trump lo superaba por 5%. Todo indicaba que Biden tenía problemas para fortalecer su imagen, remontar en las encuestas y lograr el triunfo. Solo pocos días después, el presidente renunció a su candidatura y expresó que no quería perjudicar la campaña presidencial y ser el centro de atención en un contexto inadecuado.

El Partido Demócrata optó por elegir a Kamala Harris, vicepresidenta del Gobierno de Biden, como la candidata reemplazante. A partir de su llegada se ha fortalecido la opción demócrata, hoy se cree que podría conseguir vencer a Donald Trump y convertirse en la primera presidenta en la historia de Estados Unidos.“Estas elecciones determinarán qué dirección tomará nuestro país. La agenda 2025 de Donald Trump nos hará retroceder. No le dejaremos ganar”, apuntó firmemente Harris hace unos días en su cuenta de X.


De acuerdo a últimos sondeos, las elecciones están técnicamente empatadas, por lo que Kamala Harris se apresura a recorrer el país con mítines y estrategias a falta de solo tres meses del proceso electoral.

Kamala y los jóvenes

Antes de profundizar en los planes del Partido Demócrata tras el cambio de timón, es importante conocer el perfil político y los motivos por los que Kamala Harris fue seleccionada para tentar la presidencia. Además de ser la actual vicepresidenta, Harris (59 años), de ascendencia afroamericana e india, tiene un recorrido importante como funcionaria: ha sido senadora y fiscal general de California. Y, a diferencia de Biden, Harris no tiene tantos anticuerpos.

“Kamala Harris tiene la ventaja de que no es Joe Biden. Él generaba dudas incluso entre la mayoría de votantes que se definen como demócratas por su edad. Esas dudas no existen con Harris. Con ella en campaña ahora el candidato de mayor edad que jamás haya postulado a la presidencia es Trump, no Biden. Y ella tiene la ventaja de que no es percibida por sectores del partido demócrata como cómplice en el genocidio en Gaza, algo de lo que se ha acusado a Biden. Y eso se reveló en las primarias cuando más de medio millón de personas se negaron a votar por Biden por esa razón”, refiere el politólogo e internacionalista Farid Kahhat.

A su turno, Alonso Cárdenas, profesor de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, agrega que el respaldo a Israel en la guerra contra Hamás por parte de Biden le había empezado a restar.
“La gente joven le reprochaba mucho a Biden haber apoyado de manera incondicional al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la guerra que tiene contra Hamás. Si nosotros vemos las elecciones anteriores, la gente joven era un bastión del Partido Demócrata. Este cambio no solo ha refrescado el perfil del candidato, porque Kamala Harris no cometió los errores que tuvo Biden, y se vuelve a recuperar el segmento joven porque le ha inyectado más vitalidad, dinamismo. Y el tener experiencia como fiscal de California habla bien de ella”, sostiene.

La estrategia demócrata


Si bien en los últimos estudios Kamala Harris aparece ligeramente por encima de Trump (sigue habiendo un empate técnico), la postulante intenta asegurar la victoria buscando a los votantes que se inclinan normalmente por el Partido Republicano. Para ello, ha convocado al poco mediático pero muy experimentado gobernador de Minnesota, Tim Walz, de 60 años. El político es conocido por saber lidiar con republicanos y demócratas; y hasta ahora dicha apuesta ha logrado por lo menos que llenen de elogios a Harris por su audacia.

“Biden tenía un déficit en materia electoral entre hombres blancos de clase trabajadora (que iban a votar mayoritariamente por Trump), ese problema es aún mayor con Harris, que ni es hombre ni es blanco ni es, en sentido estricto, una persona de la clase trabajadora. Al menos en origen, como sí lo es Biden. Necesitaba un hombre blanco de mediana edad que ayude a sortear esas deficiencias (Walz)”, explica Farid Kahhat.

Él tiene la ventaja que proviene de una familia blanca y rural, y ha tenido posiciones en común con demócratas progresistas como con republicanos conservadores. Y, además, a diferencia de Josh Shapiro, quien es percibido como muy cercano a Israel, Walz es consciente de que tomar cierta distancia de Israel es importante en términos electorales, de cara a un sector de la base progresista del propio partido demócrata”, añade.
Por su parte, Alonso Cárdenas pide no olvidar el sistema electoral estadounidense, en el que no se decide al ganador por mayoría simple, sino que es muy particular.

“En EE. UU. no gana el que tiene mayoría simple, sino el que consiga el mayor respaldo en el colegio electoral. La lectura del Partido Demócrata es que Tim Walz es una pieza clave para ganar en los estados que se consideran bisagras (los que no tienen claramente definido sus respaldos). Pero esos estados, al tener un gran número de representantes en el Colegio Electoral, pueden definir la elección. En estados claves como Wisconsin o Pensilvania, el actual candidato a la vicepresidencia podría tener una mejor llegada”, detalla.

El sistema electoral de EE. UU.

En EE. UU. los votantes no eligen directamente a su presidente. Si bien votan por un candidato, ese acto sirve para informarle a los delegados de su Estado la decisión que tomaron como ciudad. Esos delegados (son 538 personas distribuidas entre los 50 estados que tiene EE. UU.) acuden en otra fecha a las urnas y ratifican lo que determinaron los votantes de su ciudad.


Por ejemplo, si la población de California (estado en el que hay 55 delegados, la cifra más alta) votó en mayoría por Harris, esos 55 delegados votarán por la candidata demócrata.

Al ser 538 delegados en total, el postulante deberá conseguir 270 votos para vencer. Es por ello que es importante ganar en Estados en los que hay más delegados como California o Texas (38) y ganar en los llamados ‘Estados péndulo’, que son las ciudades sin una marcada postura política. Por ese motivo Harris y Trump recorren ciudades claves. ¿Le alcanzará a los demócratas o volverán los republicanos? ❖