Mundo

Orden de arresto contra Netanyahu y Hamás por la guerra "no se va a materializar", según especialista

Dos hechos han trascendido en el Medio Oriente: la muerte del mandatario iraní en un accidente aéreo y la orden de detención en contra de dirigentes israelíes y de Hamás.

La Corte Penal Internacional (CPI) ha solicitado órdenes de detención contra Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, y Yahya Sinwar, líder de Hamas. Foto: composición LR/AFP. Video: AFP
La Corte Penal Internacional (CPI) ha solicitado órdenes de detención contra Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, y Yahya Sinwar, líder de Hamas. Foto: composición LR/AFP. Video: AFP

En el Medio Oriente ocurrieron dos hechos que fueron noticia a nivel mundial. Karim Khan, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, ha solicitado al máximo tribunal de La Haya que dicte órdenes de detención contra dirigentes israelíes y de Hamás. Horas más tarde, se informó que el helicóptero que llevaba al presidente de Irán, Ebrahim Raisi, y a su ministro de Exteriores desapareció mientras sobrevolaba una zona montañosa cubierta por una espesa niebla. Con el paso de los minutos, se informó sobre la muerte del mandatario.

Al respecto, La República entrevistó a Carlos Novoa, internacionalista y especialista en guerras, quien consideró que el fatídico accidente que cobró la vida del presidente iraní se trata de una "coincidencia".

—¿Cómo podría influir la orden de la CPI en el conflicto en el Medio Oriente?

—No es que vaya a cambiar las cosas de una u otra forma, porque, primero, lo que ha pasado es algo nuevo y eso lo hace importante. El mandato del derecho internacional ahora obliga a los jueces de la Corte a determinar si lo que han pedido es válido, no para emitir órdenes de arresto que todavía no están válidas.

Esto puede demorar semanas o meses, es cuestión de un golpe mediático más que algo que vaya a cambiar el curso del conflicto. Actualmente, Israel no es miembro de la Corte Penal Internacional y no la reconoce. Lo que han dicho sus autoridades es rechazarla concretamente.

—¿Crees que exista alguna relación entre la decisión de la CPI y la muerte del presidente de Irán? Ya ambas noticias fueron conocidas con pocas horas de diferencia.

—No, porque el primero es un hecho a consecuencia de una serie de investigaciones que se han realizado y vamos a decir que es una especie de primera instancia. Entonces, es algo que iba a ocurrir de todas maneras. Ese pedido iba a hacer ese camino y lo otro es un accidente. De momento, no hay una sola reacción iraní que insinúe que Israel ha estado involucrado. Si tuvieran algún indicio, ya lo habrían soltado.

—¿Cuál cree que sea la respuesta de Hamás y de Estados Unidos frente a los recientes hechos?

—Van a seguir en su línea, Hamás con su estrategia de aguantar y tratar de ganar cosas y en el caso de Estados Unidos. Es un año complicado para ellos, por el tema económico y por las elecciones en noviembre. Se están viendo las cosas de distinta manera con este gobierno demócrata, que, por un lado, trata de llamar la atención hacia Israel, pero sin ejecutar o hacer cambios estructurales.

Israel depende mucho del apoyo que tenga de los Estados Unidos y eso creo que se va a mantener; por ahí pueden llamarle atención, pero ahí nomás va a quedar. Esto no va a escalar más allá de lo que debería o lo que se podría creer.

¿Qué es la CPI y a quién puede acusar?

Con sede en La Haya, Países Bajos, la Corte Penal Internacional (CPI) se fundó en 2002 para juzgar a individuos por crímenes de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. A diferencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), la CPI no es un órgano de las Naciones Unidas y no procesa a Estados.

Aunque la CPI es independiente de la Organización de las Naciones Unidas, cuenta con el respaldo de la Asamblea General de la ONU y mantiene un acuerdo de cooperación con esta.

La muerte de Ebrahim Raisi, presidente de Irán

—¿Quién podría ser el sucesor de Ebrahim Raisi o qué le espera a este en medio del conflicto de Medio Oriente contra Israel?

—En Irán han anunciado que van a convocar unas elecciones presidenciales anticipadas para el 28 de junio. Esto es algo que está bien estipulado en su constitución. Si bien es cierto que para los iraníes el presidente es la máxima autoridad en cuestiones políticas, no es quien tiene el verdadero poder, ya que existe un Consejo de Guardianes que ostenta la máxima autoridad espiritual, al igual que el líder supremo de Irán.

—¿Qué podría suceder en Irán de cara a las próximas elecciones?

—Estas son elecciones, sí, pero dentro de un conjunto de agrupaciones políticas que están dentro del esquema de lo que es la República Islámica y su Constitución. Por lo tanto, son ellas las que postulan. Es decir, si hubiera un candidato que propusiera reformas estructurales en Irán, no solo no lo dejarían participar, sino que además lo llevarían preso.

Si un caso no cae bajo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, el Consejo de Seguridad de la ONU puede remitirlo a la CPI, otorgándole así competencia.

Porque ahí las leyes y la Constitución son bastante esquemáticas en ese aspecto. Entonces, no son elecciones democráticas como el concepto de democracia que conocemos en Occidente, sino elecciones dentro del esquema de la República Islámica, donde lo religioso tiene más peso que lo político.