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¿Qué pasó con la Cámara de Ámbar, la 'octava maravilla del mundo' desaparecida hace más de 80 años?

Valorizada en casi US$180 millones, esta deslumbrante habitación fue saqueada durante la Segunda Guerra Mundial y, desde entonces, su paradero es todo un misterio.

Así se veía la Cámara de Ámbar antes de ser saqueada en la Segunda Guerra Mundial. Foto: BBC
Así se veía la Cámara de Ámbar antes de ser saqueada en la Segunda Guerra Mundial. Foto: BBC

Durante años, las distintas expresiones artísticas del ser humano han sorprendido al mundo entero. Pero hay una de ellas que se diferencia de las demás por su majestuosidad y misterio que la rodea: la Cámara de Ámbar, aquel cuarto de 55 metros cuadrados y paredes doradas recubiertas con seis toneladas de ámbar, oro, piedras preciosas y espejos que se iluminaban entre sí.

Desaparecida hace más de 82 años, se ha buscado por un largo tiempo saber qué pasó con la que es considera ‘la octava maravilla del mundo’, cuyo valor estimado alcanzaría casi los US$180 millones.

¿Qué pasó con la Cámara de Ámbar?

El Cámara de Ámbar fue diseñada en 1701 por el escultor Andreas Schülter, cuyo trabajo se convirtió en la obra más destacada del palacio que Federico I de Prusia tenía en Berlín. Después, en 1716, se desmanteló y regaló al zar Pedro I el Grande, por lo que se llevó hasta la actual Pushkin, cercana a San Petersburgo, Rusia.

Tras ello, fue instalada en el Palacio de Catalina, en la Villa de los Zares, donde permaneció durante años, sobreviviendo a acontecimientos como la Revolución Rusa de 1917. Sin embargo, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, y de Adolf Hitler, todo cambió.

Así quedó el Palacio de Catalina tras ser destruido por los nazis. Foto: Borís Kudoyárov/RIA Nóvosti

Así quedó el Palacio de Catalina tras ser destruido por los nazis. Foto: Borís Kudoyárov/RIA Nóvosti

Aunque el ejército soviético intentó esconderlo, los nazis la robaron en 1941, cuando las tropas alemanas desplegaron la denominada Operación Barbarroja. Para quitar todo el material de gran valor tardaron alrededor de 36 horas, bajo la supervisión de dos expertos.

De esta manera, fue trasladada y expuesta en el castillo de Königsberg, donde fue vista hasta 1944, cuando el ejército aliado lo bombardeó. Es en este momento que se pierde todo rastro de la Cámara de Ámbar, ya que no se halló ni siquiera los restos fundidos del oro causado por el incendio.

Vladimir Putin en la réplica de la Cámara de Ámbar, inaugurada en 2002. Foto: Mavink

Vladimir Putin en la réplica de la Cámara de Ámbar, inaugurada en 2002. Foto: Mavink

Un tesoro bajo

Ante el misterio de su paradero, algunas versiones apuntaban que, antes del ataque, fue trasladada en un buque alemán con otras obras de arte que Hitler había ordenado proteger. Crónicas de la época señalan que la embarcación partió “con mucha prisa” y una “gran carga” que iba acompañada de 1.000 personas.

En este sentido, en 2020 un grupo de investigadores causaron asombro al hallar dicho barco, aunque, debido a la profundidad en la que se encontraba (500 metros), aún no han podido descubrir todo su contenido.

Por su parte, tras abandonar las esperanzas de recuperarla, la URSS inició en 1979 la tarea de reconstruir la habitación dorada basándose en una caja con reliquias y 86 fotografías de la época. Es así que 23 años después, en 2002, la réplica de la imitación de la Cámara de Ámbar se inauguró en el palacio de Catalina, considerado Patrimonio de la Humanidad.