Niño fue al hospital por dolor de estómago, dijeron que no era grave, y murió horas después
Los médicos les dijeron a los padres que el malestar se debía a un golpe de calor. El hecho ocurrió en Argentina.
Conmoción ha despertado el caso de Huguito, como era llamado por su familia. El niño de 4 años fue llevado al hospital por sus padres debido a que amaneció con dolor de estómago y fiebre el pasado 5 de enero en la provincia de San Juan, en Argentina.
Ya en el nosocomio, el médico que atendió al menor informó a los padres que no se trataba de nada grave y que su estado se debía probablemente a un golpe de calor. Sin embargo, con el correr de las horas, las molestias persistieron y el pequeño murió repentinamente.
“Estaba decaído, lo llevo al hospital y en la parte de urgencia me atendió un guardia que me preguntó los datos y los síntomas. Entramos a eso de las 2.15, y recién a las 3.15 salió una señora que le tomó las pulsaciones y la fiebre. Ella me dice que en breve me iba a atender el médico y tardó una hora en abrirme”, explicó a Diario 13 Mauricio Villecillo, padre del menor.
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Huguito fue llevado a su casa tras la consulta médica. Pasó el resto de la jornada con molestias y, durante la madrugada, sus padres se preparaban para llevarlo otra vez al hospital, pero en ese momento se desvaneció.
La familia procedió inmediatamente a llamar una ambulancia, pero esta nunca llegó. El menor fue atendido por un policía en la vereda de su casa, que aplicó maniobras de RCP y una vecina enfermera lo trasladó al centro de salud más cercano.
El pequeño ya había perdido la vida. El resultado de la autopsia determinó que falleció a causa de una “gastroenteritis aguda”.
Padres reclaman por justicia
Desde hace cuatro meses, cuando falleció Huguito, la familia está viviendo una pesadilla. Si bien han denunciado al Hospital Federico Cantoni, en Pocito, por mala atención médica que derivó en la muerte de su hijo, la Justicia argentina desestimó su petición, por lo que ahora no puede demandar al hospital en el que murió su pequeño.
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Según contó el padre, en la UFI Delitos Especiales se opusieron a su denuncia y alegaron que los peritos indicaron que el niño murió por una miocarditis, por lo cual el médico no tenía forma de saber lo que el menor tenía.
Asimismo, contó que el fiscal Iván Grassi les dijo que la causa se iba a reabrir si la familia contaba con un médico que quisiera declarar.
"En la denuncia le pusimos que llamara a declarar al médico, a la enfermera, y que teníamos un perito que iba a declarar. Ni siquiera leyó lo que enviamos. Es un impresentable", reclamó.
