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La triste historia de Omayra, la niña colombiana que murió atrapada en lodo y conmovió al mundo

Omayra Sánchez, con tan solo 13 años, fue víctima de una de las tragedias más grandes de Colombia, ya que un alud de tierra la enterró en su vivienda tras la erupción del volcán Nevado Ruiz. Sobrevivió 3 días a vista de todo el mundo.

Omayra Sánchez con 13 años soportó 3 días a la espera de su rescate que finalmente no pudo concretarse. Foto: composición LR/El Tiempo/Paris Match
Omayra Sánchez con 13 años soportó 3 días a la espera de su rescate que finalmente no pudo concretarse. Foto: composición LR/El Tiempo/Paris Match

Las imágenes del drama que vivió Omayra Sánchez en Armero, localidad de Colombia, recorrieron todo el mundo. Las instantáneas daban cuenta de la tragedia en el que se encontraba la menor: sepultada por el lodo y en medio de los escombros de su propia casa. Bajo los restos de su vivienda también se encontraban los cadáveres de su tía y su padre.

Pese a que las imágenes transmitidas en TV nacional de la niña Omayra eran crudas y trastocaban toda humanidad, lejos del desaliento, ella prometía salir con vida de los escombros y el lodo en el que se encontraba. En ese sentido, la adolescente llegó a hablarle mediante las cámaras televisivas a su madre y familiares. Te contamos la historia a continuación.

El drama de Omayra Sanchez

El 13 de noviembre de 1985, el volcán Nevado Ruiz, ubicado a 220 kilómetros de Bogotá, se activó luego de llevar años dormido. La estructura geológica expulsó esa tarde 35 millones de toneladas de materiales magmáticos. A causa de la erupción, ocurrió un alud de tierra que arrasó con la población de Armero.

A Omayra Sánchez la encontraron los rescatistas en medio de los escombros de su casa. La pequeña de tan solo 13 años estaba con el agua hasta el cuello y, según le contó al personal de emergencia, los restos de su padre y su tía reposaban debajo de ella.

Omayra Sánchez fue víctima de un alud

Omayra Sánchez fue víctima de un alud causado por la erupción del Volcán Nevado del Ruiz. Foto: composición LR/difusión/El Tiempo

Cuando intentaron extraer del fango a Omayra, los bomberos locales comprobaron que sus piernas estaban atrapadas por el concreto de su casa. Para poder liberarla, debían amputarle las extremidades inferiores.

La pequeña fue localizada por periodistas nacionales e internacionales. De ese modo, se dio a conocer que la niña asumía con una entereza única la situación que afrontaba.

Intentan salvar a joven de los escombros

Los ojos de la pequeña Omayra se tornaron negros debido a los coágulos de sangre causados por la gangrena. Aunque intentaron sacarla de los escombros, todo fue en vano. Foto: composición LR/El Espectador/Paris Match

Pese a los denodados esfuerzos por sacar a Omayra, los rescatistas no pudieron hacer mucho más que acompañarla hasta su último día con vida, el 16 de noviembre, 72 horas después de haber sido sepultada por la masa de barro. Para un rescate exitoso, hacía falta una motobomba que extraiga el agua, material quirúrgico y un ambiente adecuado para su recuperación.

Lamentablemente, para poder salvar a Omayra, no se tenían los materiales necesarios pese a que se pudo retirar un poco del fango alrededor de la niña. Los bomberos se dieron cuenta de que era imposible poder sacarla del lugar. Su muerte dejó desconcertada a la ciudadanía por la valentía con la que la menor había logrado sobrevivir durante tres días.

Omayra Sánchez fue una de las 25. 000 víctimas del siniestro natural. Actualmente, el lugar en el que murió es visitado constantemente. Foto: composición LR/Paris Match/El Tiempo

Omayra Sánchez fue una de las 25. 000 víctimas del siniestro natural. Actualmente, el lugar en el que murió es visitado constantemente. Foto: composición LR/Paris Match/El Tiempo

Cuando falleció Omayra, su madre decidió que ella sea enterrada en el mismo lugar en el que agonizó, ya que no quería que le amputen las piernas a su hija. De ese modo, su tumba se convirtió en un centro de peregrinación a donde asisten personas a pedirle milagros, los cuales agradecen con placas conmemorativas. Se calcula que debido al desastre natural 8.000 niños perdieron la vida.