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Dueña de funeraria que descuartizaba y vendía cadáveres fue sentenciada a 20 años de prisión

En EE. UU., Megan Hess y su madre, Shirley Koch, cobraban hasta 1.000 dólares por la cremación de cuerpos que nunca se llevaban a cabo. “Es el caso más agotador”, reveló la juez federal Christine M. Arguello.

Hess fue condenada a 20 años de cárcel y Koch, su madre, a 15. Foto: composición LR/Montrose Daily Press
Hess fue condenada a 20 años de cárcel y Koch, su madre, a 15. Foto: composición LR/Montrose Daily Press

Megan Hess, expropietaria de una funeraria de Estados Unidos, fue condenada a 20 años de prisión por diseccionar 560 cadáveres y vender partes de los cuerpos sin permiso de los familiares. La mujer de 46 años se declaró culpable de fraude en julio del 2022. Además de operar la funeraria, Sunsent Mesa, era dueña de una entidad de partes del cuerpo, Donor Services. Ambos negocios ofrecían sus servicios en el mismo edificio en Montrose, Colorado.

Shirley Koch, madre de Megan de 69 años, también se declaró culpable y fue sentenciada a 15 años de cárcel.

“Hess y Koch usaron su funeraria en ocasiones para robar cuerpos y partes de cuerpos utilizando formularios de donantes falsificados y fraudulentos”, denunció el fiscal Tim Neff en un expediente. “La conducta de Hess y Koch causó un inmenso dolor emocional a las familias y los familiares”, añadió.

El caso Megan Hess

Hess cobró hasta 1.000 dólares a las familias por las cremaciones que nunca se llevaron a cabo y en algunos casos ofreció los servicios a cambio de donaciones de partes del cuerpo.

Sin consentimiento y a través de formularios de donantes falsificados, la funeraria vendió partes del cuerpo en su negocio secundario, que operaba en las mismas instalaciones.

“Estas dos mujeres se aprovecharon de víctimas vulnerables que recurrieron a ellas en un momento de dolor y tristeza”, dijo Leonard Carollo, agente especial del FBI a través de un comunicado.

“Pero en lugar de ofrecer orientación, estas mujeres codiciosas traicionaron la confianza de cientos de víctimas y mutilaron a sus seres queridos”, relató Carollo.

El caso se dio a conocer tras investigaciones periodísticas de Reuters durante 2016 y 2018 sobre la venta de cuerpos en los Estados Unidos, donde es legal donar, más no comercializarlos. El destape condujo a una redada del FBI.

“Este es el caso más agotador emocionalmente que he experimentado en el tribunal”, dijo la juez federal de distrito, Christine M. Arguello, durante la audiencia en Colorado.