El mejor mago de la historia en el mundo es peruano, pero pocos lo conocen
El chalaco Aldo Izquierdo fue un mago que deslumbró con presentaciones que mezclaban el horror e ilusión, y revolucionaron el mundo artístico. Ganó los más altos galardones, conoció a Haya de la Torre, que le hizo una promesa que nunca cumplió. Esta es la historia del ilusionista peruano más exitoso, pero apenas conocido en su patria.
Horror e ilusión se mezclaban en los shows de Richiardi Jr., un mago que comenzó su carrera fascinando al público en Lima y que terminaría ‘hechizando’ al mundo entero.
Procedente del Callao, provenía de una familia de artistas y, aunque parezca irónico, él hubiera preferido ser torero o médico, pero terminó siendo nombrado el mago de la década de los 80. Se codeó con David Copperfield y fue uno de los magos que más presencias tuvo en el famoso programa estadounidense “The Ed Sullivan Show”.
En su exitoso paso por el mundo conoció a Víctor Raúl Haya de la Torre, creador y líder histórico del APRA, quien le hizo una promesa que nunca cumplió.
Esta es la historia del mago peruano más exitoso del mundo, pero casi desconocido en su patria:
Richiardi Jr. Foto: Europa Sur
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¿Quién fue Richiardi Jr.?
Aldo Izquierdo Colosi nació en Lima, Perú, el 24 de noviembre de 1923, en el seno de una familia de artistas: su abuelo fue mago, su padre también y él, aunque hubiera preferido ser torero o médico, se podría decir que llevaba ‘la magia en la sangre’.
Su padre se hacía llamar ‘El Profesor Richiardi’, y mezclaba hipnotismo, ventriloquismo y magia. Fue el papá quien llevó a Aldo a realizar su primer acto, durante una gira por Portugal, donde ‘convirtió' con éxito agua en arroz y viceversa.
Tras la muerte del mago de origen griego Kasfikis, el Richiardi mayor compró una sierra metálica, diseñada para partir a una persona en dos, en un truco impactante.
El Profesor moriría pronto en una gira por Atlanta; luego, su esposa enfermaría, por lo que un joven Richiardi con apenas 12 años tuvo que trabajar de obrero y de botones en un hotel. Tras tres años de labores, regresa a Lima y debuta como mago en el Teatro Municipal de la capital, a los 18 años.
El joven artista empezó a destacar entre sus contemporáneos, más que por los trucos, por su forma de ejecutarlos: lograba un genial equilibrio entre el horror y la ilusión que desconcertaba al público.
No hacía trucos nuevos, pero, vestido como un divertido torero o a veces como un impasible cirujano, deslumbraba partiendo a una persona a la mitad (usaba la utilería mágica que su papá muerto alguna vez compró) y añadía sangre y entrañas reales.
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El éxito de Richiardi Jr: ¿cuál fue la promesa de Víctor Raúl Haya de la Torre?
La popularidad de Richiardi Jr. se expandió como por arte de magia. Comenzó giras por Estados Unidos. En 1952, recorrió Europa y sorprendió con sus trucos en España, Portugal, Francia e Inglaterra.
En 1956, en una presentación en el teatro Olympia de París, hizo desaparecer a 35 bailarinas y tres pianos verticales. Sorprendió a un público lleno de personajes famosos.
Dentro de los espectadores de la experiencia parisina, dos le hicieron promesas: el primero fue Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador y líder de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), quien le dijo que lo llevaría a Lima para un show; el segundo fue Ed Sullivan, uno de los presentadores de TV más importantes de Estados Unidos, quién avisó y cumplió con llevarlo a su programa, al punto que fue uno de los más asiduos participantes.
Su presentación en el Madison Square Garden de Nueva York podría entenderse como un hito en su carrera, donde un joven David Copperfield miraba con asombro las ilusiones del gran mago peruano.
La carrera de Richiardi Jr. se consolidó durante los 70 y en los 80 ganó el mayor reconocimiento internacional: fue el mago de año en 1982 por la Academia de Artes Mágicas.
Posteriormente, el propio David Copperfield le entregó, en el Teatro de las Artes y Variedades en Hollywood, el Óscar al mejor mago mundial de la década de los ochenta.
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La muerte del mago
La carrera del exitoso ilusionista acabó inesperadamente a los 62 años, en un hospital de Río de Janeiro, en 1985. Fue internado de emergencia luego de un accidente durante una presentación en las Bahamas.
No se esclarecieron las circunstancias del accidente, pero suelen decir que fue el ataque de un tigre. Richiardi era diabético, la herida que tuvo se infectó y se volvió gangrena: le amputaron los pies, y al poco tiempo murió.
Richiardi Jr. fue uno de los magos más reconocidos e influyentes de su época, y recorrió el globo terrestre con la sonrisa de quien sabe que lo puede lograrlo todo.