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¿Cómo fue el final de Hisashi Ouchi, el hombre que sufrió la mayor carga radioactiva de la historia?

“No puedo soportarlo más, no soy un conejillo de Indias”, murmuraba con mucho dolor, el hombre mientras era atendido por los médicos.

Ouchi estuvo internado en el hospital durante 83 días. Foto: Composición LR/LadBible/La Nación.
Ouchi estuvo internado en el hospital durante 83 días. Foto: Composición LR/LadBible/La Nación.

A las 10.35 a. m. del 30 de septiembre de 1999, Hisashi Ouchi, un trabajador de la planta nuclear de Tokaimura, ubicada en la prefectura de Ibaraki, Japón, se encontraba junto con su compañero de trabajo echando polvo de uranio enriquecido sobre un gran depósito de ácido nítrico, con el objetivo de crear combustible para un reactor nuclear.

Sin embargo, algo salió mal durante el proceso, y un resplandor azul comenzó a salir del tanque, sin imaginar que sería el principio del fin. El destello era la reacción de la fisión nuclear de dichos componentes químicos, los cuales generaron una alta descarga de rayos gamma y neutrones altamente perjudiciales para la salud humana.

Ouchi, quien se encontraba sobre el gran barril, recibió en todo su cuerpo una radiación miles de veces superior a la cantidad media anual que puede resistir un ser humano. Según recoge el portal web Antena 3, el empleado albergó una carga radioactiva parecida en el epicentro de la explosión atómica de Hiroshima.

De este modo, es como Ouchi se convirtió en el ser humano que sufrió la mayor carga radioactiva de la historia, la cual lo aniquiló lentamente en menos de tres meses. Asimismo, su compañero Masato Shinohara, aunque se encontraba un poco más alejado del depósito químico, también recibió una alta dosis de radiación.

Por este accidente, que se controló 20 horas más tarde, alrededor de 150 personas fueron afectadas por la propagación, pero a niveles mucho menores que Ouchi y su colega.

¿Qué le pasó a Hisashi Ouchi?

Tras la fisión, Ouchi perdió el conocimiento y fue llevado al hospital de la Universidad de Tokio. Al llegar presentaba quemaduras y al recuperar el conocimiento, conversó con los médicos sobre lo sucedido, pero poco a poco se manifestaban en su cuerpo los efectos de la radiación.

La planta de combustible nuclear le pertenecía a la Compañía de Conversión de Combustibles Nucleares de Japón (JCO) y según los informes del hecho, ambos empleados no estaban capacitados para la realización de mezclar el uranio y el ácido nítrico. Adicionalmente, al realizar su labor de manera manual, no tenían noción de cómo calcular la cantidad adecuada del peligroso elemento químico que debían de aplicar.

De acuerdo con el reporte de la BBC en ese año, el límite legal de uranio para esta operación es de 2,4 kilos, pero las víctimas utilizaron aproximadamente 16 kilos, por lo que era muy probable que ocurriera una tragedia.

Foto: A24

Foto: A24

¿Cómo fue la agonía y muerte de Hisashi Ouchi?

Ouchi, una vez internado en el hospital se mantuvo con vida durante 83 días. La radiación había eliminado prácticamente todos sus glóbulos blancos y su estructura cromosómica se había afectado, por lo que sus células eran imposibles de regenerase.

En el transcurso de su agonía, Ouchi comenzó a perder la piel, siendo sometido a varios injertos, pero sin éxito alguno. Presentó dificultad para respirar, hemorragias internas, pérdida de líquidos corporales a través de la piel que ya no poseía. Asimismo, le aplicaban 10 transfusiones sanguíneas por día, pero era en vano, incluso llegó a sangrar por sus ojos. Todo ello hacía que su situación sea cada vez más inestable.

Ouchi sentía que era torturado cada vez que los médicos querían ayudarlo, incluso llegó a rogar para que lo dejaran en paz. “No puedo soportarlo más, no soy un conejillo de Indias”, susurró el hombre abrumado por los intensos dolores, de acuerdo con lo que cuenta el libro sobre este caso, llamado Vida deteriorada: registro de 83 días de tratamiento por radiación que publicó el canal Japonés Nippon Hōsō Kyōkai (NHK).

Entonces, para calmar su dolor, los doctores tomaron la decisión de ponerlo en coma inducido. Con un cuerpo casi deshecho, al día número 59 de su internamiento, Ouchi sufrió tres paros cardiácos en una hora, pero se mantuvo con vida por más tiempo.

El 21 de diciembre de 1999, veinticuatro días después, Ouchi falleció a causa de una falla multiorgánica. Fue así que terminó su largo sufrimiento convirtiéndose, además, en el primer hombre que murió en la historia de la industria nuclear de Japón.

Debido a tal negligencia por parte de los altos mandos de la planta nuclear de Tokaimura, en abril de 2001, Kenzo Koshijima, jefe de la planta JCO, el presidente de la misma, Tomoyuki Inami y cinco funcionarios más de la compañía recibieron una condena entre dos y tres años en prisión.

Además, la JCO fue revocada para seguir operando en el negocio del procesamiento de uranio y pagó un total de 121 millones de dólares a 6.875 litigantes, denunciantes y afectados por toda la radiación expuesta en la zona, según constata el medio británico LadBible.