La isla Sentinel, el hogar de la tribu menos conocida y más aislada del planeta
En el año 2018, un misionero estadounidense fue asesinado por los lugareños luego de viajar ilegalmente a esta zona con el objetivo de evangelizarlos.
Si existe un lugar donde la COVID-19 no ha llegado y posiblemente jamás lo haga, es la remota isla Sentinel del Norte, la cual está ubicada en el continente asiático, para ser más exactos, en el golfo de Bengala, al sureste de la India. Sus habitantes la protegen ferozmente de todo aquel que trate de pisar tierra.
Hasta la actualidad son muy escasos los datos que se conocen de los lugareños, pero lo que sí se ha podido confirmar es que son un grupo de cazadores y recolectores que provienen de África y que viven aislados del resto del mundo.
Expertos creen que han habitado la isla aproximadamente desde hace unos 60.000 años. Se desconoce si pueden crear o manipular el fuego. Asimismo, no se sabe con exactitud la cantidad de indígenas que habitan ese lugar, ya que hasta el día de hoy nada ni nadie ha logrado adentrarse, pero se estima que son entre 50 y 400 personas.
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Además, estudios creen que han subsistido debido a la caza, pesca y recolección de los alimentos disponibles en su territorio con el dominio del arco y flechas.
Con respecto a su idioma o dialecto, usan uno que es ininteligible para el resto de la humanidad, y es que los estudios lingüísticos realizados con otras etnias alrededor de la isla no fueron suficientes para detectar posibles similitudes con los sentineleses.
Lo cierto es que todo intento de acercamiento a este lugar en las últimas décadas ha terminado con misioneros, curiosos, pescadores furtivos y náufragos asesinados o a punto de perder la vida.
Uno de los hechos más llamativos de este lugar ocurrió en el año 2018, cuando un joven estadounidense apegado a la religión llamado Jhon Allen Chau llegó a esta tribu con el fin de evangelizarla. Para su lamento, sus esfuerzos fueron en vano.
Con la ayuda de unos pescadores, a los cuales había sobornado previamente, se presentó por segunda vez; sin embargo, el desafortunado misionero murió atravesado por una flecha y su cuerpo fue posteriormente abandonado en la playa, para luego ser enterrado por los nativos.
Finalmente, aquellos que han ido al remoto lugar y ha salido con vida detallan que, en cuanto a su físico, los nativos, tanto mujeres como hombres, presentan una estatura de 1.80 metros, a diferencia del resto de aborígenes del archipiélago. Por ese motivo, algunos piensan que los sentineleses pueden ser descendientes directos de aquellos que emigraron del continente africano hace milenios con rumbo a Australia por las costas de Asia.