Tiroteos en una iglesia de California y en un mercado de Texas dejan 3 muertos y 7 heridos
El perpetrador del ataque en California fue capturado, mientras que la balacera en Texas se habría iniciado por un altercado. Previamente, otro tiroteo registrado en Nueva York por “motivos raciales” dejó 10 fallecidos.
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Otros dos tiroteos en Estados Unidos dejaron la lamentable cifra de tres muertos y siete heridos. El primero de los ataques se registró en la Iglesia Presbiteriana de Ginebra, en el condado de Orange, California. Según reportó el sheriff del condado, cuatro personas resultaron con heridas de gravedad y fueron trasladadas al hospital, mientras que una quinta víctima falleció en el recinto. Asimismo, el efectivo policial informó que el sospechoso había sido capturado en la escena.
“Hemos detenido a una persona y hemos recuperado un arma que puede estar involucrada”, detalló la autoridad a través de una publicación en Twitter.
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De la misma manera, otra balacera se registró dentro de un mercado de pulgas ubicado en Texas, luego de un altercado que mantuvieron dos grupos de personas en el lugar. Según lo indicó el sheriff de Texas, Ed González, la balacera dejó como saldo la muerte de dos personas, mientras que otras tres resultaron heridas. Todas ellas habían estado involucradas en la riña.
“Unidades respondieron a un tiroteo en un mercado de pulgas ubicado en Airline Drive, varias personas han recibido disparos, dos de ellas fallecidas en la escena. Los investigadores de Homicidios están en camino”, relató la autoridad en sus redes sociales.
Tiroteo en Nueva York
El pasado sábado 14 de mayo, un joven de 18 años, identificado como Payton Gendron, desató un tiroteo en un supermercado de Búfalo, en la ciudad de Nueva York. El homicida había ingresado al local vestido con ropa militar y con casco. Asimismo, había iniciado una transmisión del ataque por la plataforma de Twitch. El sospechoso fue capturado por las autoridades y podría enfrentar una condena de cadena perpetua.
Los fallecidos en el supermercado eran, en su mayoría, personas de color, por lo que, según el agente especial del FBI, Steven Belanger, están investigando el incidente “como un crimen de odio y un caso de extremismo violento por motivos raciales”.
