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Crece el descontento en Shanghái por restricciones: “Hemos decidido buscarnos la vida”

“No podemos estar esperando para siempre”, dijo una inversora que abastece a sus vecinos. Entretanto, China censura videos de enfrentamientos de los habitantes de Shanghái con la Policía.

Lo ocurrido en Shanghái ha despertado las alarmas en el resto de China. Foto: EFE
Lo ocurrido en Shanghái ha despertado las alarmas en el resto de China. Foto: EFE

Tras dos semanas de confinamiento general que en algunos casos se remonta ya a más de un mes, las muestras de descontento en Shanghái se multiplican, pero no logran por ahora doblegar la férrea apuesta de las autoridades por el “COVID cero”.

El número de contagios sigue sin estabilizarse en la mayor ciudad del país y su principal centro económico, pero sí lo ha hecho y ya va a la baja en otros de los principales rebrotes, como el de la provincia de Jilin, confinada y aislada de todo el país antes que Shanghái.

La Comisión Nacional de Salud notificó este sábado (16 de abril) 3.590 casos en Shanghái, a los que se suman otros casi 20.000 asintomáticos que no se incluyen en las estadísticas oficiales de contagios.

El encierro eterno

Mientras tanto, en la metrópolis occidental de 26 millones de habitantes aumenta el descorazonamiento de la población pese a los anuncios de que se relajarán las restricciones en zonas sin contagios.

Aunque las autoridades dijeron que los habitantes de complejos de viviendas donde no hubiera habido ningún caso de COVID-19 en quince días podrían salir a la calle al ser considerados de “bajo riesgo”, lo cierto es que en cada comunidad pueden llegar a vivir miles de personas, lo que dispara la posibilidad de que haya algún positivo.

Esto significa que un solo contagio en el complejo pone para todos los vecinos el contador a cero, lo cual implica otros quince días de encierro.

Así, escenas de enfrentamiento de los habitantes de Shanghái con la Policía y los trabajadores sanitarios siguen filtrándose a las redes sociales occidentales casi a la misma velocidad a las que son censuradas y borradas de las plataformas de China, donde tanto Twitter como Facebook o Instagram están vetados.

Entre los más sonados, hay un video en el que vecinos de unos apartamentos estatales destinados a “talentos” de distintos sectores se enfrentan a las autoridades tras ser desalojados de sus viviendas para convertirlas en centros de aislamiento de pacientes de COVID-19 o contactos cercanos.

Ante los serios problemas de abastecimiento que han sufrido algunos sectores de la población en las dos últimas semanas, los nuevos héroes populares son los vecinos que coordinan y gestionan los pedidos grupales de alimentos y otros productos de primera necesidad.

Frank, un productor de 32 años cuyo caso recoge el diario South China Morning Post, se ha convertido en el salvador de su comunidad de mil personas, muchas de ellas de la tercera edad que no comprenden bien las nuevas tecnologías.

El rotativo cita también a una bloguera que logró organizar un pedido de 10.000 huevos para su complejo de viviendas, y cita, asimismo, a Davida Wu, una inversora de 35 años que también ha tomado las riendas para abastecer a sus vecinos.

“Hemos decidido buscarnos la vida. Hay demasiada incertidumbre como para confiar en el exterior. No podemos estar esperando para siempre”, declaró la mujer.

Lo ocurrido en Shanghái ha despertado las alarmas en el resto de China, donde el temor a los confinamientos masivos y los eventuales problemas de desabastecimiento han disparado las ventas de refrigeradores, congeladores e incluso de semillas de vegetales para cultivar en casa.

Durante el primer trimestre del año las ventas de semillas en las plataformas de comercio electrónico más utilizadas, como Taobao, alcanzaron cifras récord de hasta un 100% más que el año previo, según el diario oficialista Global Times.

“El cultivo de verduras en los balcones de China se ha vuelto una nueva moda, especialmente en medio de los rebrotes de COVID-19. Mucha gente ha comenzado a plantar verduras de forma hidropónica debido a la escasez de vegetales causada por la pandemia”, señala el rotativo.