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Viaja 5.000 kilómetros para salvar a una treintena de perros en Ucrania

“Teníamos miedo de que no los dejaran subirse a los trenes con sus dueños para abandonar el país, así que decidimos ir con la furgoneta para rescatar a todos los que pudiésemos”, contó uno de los implicados.

Ucrania está bajo asedio ruso desde el 24 de febrero de 2022. Foto: EFE
Ucrania está bajo asedio ruso desde el 24 de febrero de 2022. Foto: EFE

Albert Beigbeder, un técnico comercial de 48 años que dirige la protectora de animales Aria Rescate, acaba de regresar a España luego de estar en la frontera entre Ucrania y Polonia. Él recorrió 5.000 kilómetros de ida y vuelta para rescatar a una treintena de perros, alguno de ellos con problemas de movilidad.

Beigbeder explicó a Efe que también ha aprovechado el viaje para traer desde Medyka (Polonia) a dos madres y a tres hijas, quienes ya se han instalado con sus familiares en Girona (noreste de España).

“La idea de ir a buscar perros que estaban en las protectoras ucranianas nació de distintas entidades animalistas de Málaga (sur), que informaron a Aria Rescate de la opción de viajar a la frontera con una furgoneta con nueve plazas para personas, habilitada para el transporte de una cuarentena de animales domésticos”, señaló Beigbeder.

“Desconocíamos cuál era la situación de los perros en Ucrania, pero teníamos miedo de que no los dejaran subirse a los trenes con sus dueños para abandonar el país, así que decidimos ir con la furgoneta para rescatar a todos los que pudiésemos”, indicó.

Junto con él han viajado tres miembros de la protectora, que también han llevado a Medyka material veterinario.

Contactando con voluntarios de la frontera, dieron con dos familias ucranianas —dos madres, una con dos hijas y otra con una— que se encontraban en un centro de refugiados en Korczowa (Polonia) y que querían llegar a Girona para instalarse con un familiar capaz de hacerse cargo de todas ellas mientras durara el conflicto.

“Al principio estaban muy calladas. Al fin y al cabo se vieron obligadas a fiarse de desconocidos para huir de su país, pero cogimos confianza comunicándonos con ellas a través del traductor de Google y de una de las hijas, que hablaba un poco de inglés”, reveló el director de Aria Rescate.

Los maridos de ambas mujeres tuvieron que quedarse en Ucrania para defender el país: el gobierno ucraniano les prohíbe salir.

El trayecto, que duró dos días de ida y dos de vuelta, supuso un gran desgaste físico y anímico para los miembros de las protectoras, quienes tuvieron que asumir riesgos para llegar lo antes posible a su destino.

“El viaje fue una paliza, especialmente el segundo día, en el que veíamos que no llegábamos y tuvimos que conducir durante 16 horas sin parar”, recordó Beigbeder, que dirige Aria Rescate desde su fundación en Barcelona en 2016.

Una vez que llegaron a Medyka, esperaban recoger a perros de la protectora polaca, pero les avisaron sobre las dificultades de llevar a cabo la decisión, puesto que los perros deberían pasar un período largo de cuarentena.

Cuando recibieron la noticia —que, en parte, ya esperaban— movieron hilos para contactar con ucranianos que quisieran sacar a sus perros del país. Una chica con cuatro perros paralíticos y diversos gatos fue la primera en pedir ayuda.