Imágenes impactantes: cómo vive Shanghai el confinamiento masivo tras rebrote de COVID-19
La ciudad financiera está aplicando restricciones que han ocasionado diversas reacciones en la población, que debe guardar confinamiento en sus hogares.
Más de 26 millones de personas se han visto afectadas por las duras medidas que ha tomado el Gobierno chino para frenar el brote de contagios por la COVID-19. La ciudad financiera de China, Shanghai, ha impuesto restricciones y un confinamiento obligatorio que se está llevando a cabo en dos etapas, con el fin de no causar tanto impacto en la economía. La primera comenzó el 27 de marzo y culminará el 1 de abril, en la zona este, en el distrito de Pudong, donde se encuentra el centro financiero y el aeropuerto internacional. El siguiente encierro obligatorio se realizará en el oeste, en Puxi, desde el 1 hasta el 5 de abril.
Las medidas han causado conmoción en la población que, como se observa en las diferentes imágenes difundidas por redes sociales, ha llenado centros comerciales con la intención de abastecerse de provisiones para el confinamiento. Asimismo, de manera obligatoria se vienen realizando pruebas para descartar posibles contagios, el transporte público se encuentra suspendido y los ciudadanos deben realizar teletrabajo el tiempo que dure el confinamiento.
Actualmente, Shanghai vive uno de los peores rebrotes desde que inició la pandemia por coronavirus, son alrededor de 390 infectados por COVID-19 y un número mayor a 10.000 pacientes asintomáticos registrados en los últimos días. Debido a esto, diferentes estadios y centros de exposiciones se han convertido en hospitales improvisados para pacientes infectados con el virus, según informa David Culver periodista de CNN.
¿Cuál es la estrategia “COVID cero” que aplica China?
Debido al aumento de casos por la variante Omicron, el Gobierno de China ha decidido aplicar la política de “COVID cero” en Shanghai, la ciudad más grande del país y el principal núcleo financiero a nivel mundial. Dentro de las medidas obligatorias está el cierre de fronteras, el aislamiento de los contagiados y personas que han tenido contacto con infectados, pruebas continuas para descartar COVID-19 y restricciones en el transporte público. Asimismo, esto ha causado disconformidad en una parte de la ciudadanía, que considera que el costo de la política es muy elevado.