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Familias rusas y ucranianas llegan a Tijuana para pedir asilo en EE. UU.

“Mis amigos y vecinos comenzaron a abandonar la ciudad, y un día cayó una bomba a 300 metros de nuestro hogar y decidimos salir a Europa y luego a México”, dijo un inmigrante ucraniano desde la frontera mexicana.

Familias de Rusia y Ucrania esperan para solicitar Asilo Político en la garita de San Ysidro, frontera con Estados Unidos, en la ciudad de Tijuana (México). Foto: EFE.
Familias de Rusia y Ucrania esperan para solicitar Asilo Político en la garita de San Ysidro, frontera con Estados Unidos, en la ciudad de Tijuana (México). Foto: EFE.

Familias de Rusia y Ucrania, que han visto sus vidas expuestas por el conflicto bélico entre sus países, están arribando de manera constante y numerosa a la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana para solicitar asilo político en Estados Unidos.

Autoridades mexicanas del Instituto Nacional de Migración (INM) confirmaron que, desde el inicio de la invasión en febrero pasado, han detectado un incremento en el arribo de personas de estos países a Tijuana de hasta 20 humanos diariamente.

Claudia Pérez, agente de migración mexicana, reveló que en su mayoría son inmigrantes de origen ruso, pero que ahora comienzan a llegar más familias desde Ucrania.

“Llegan y solicitan su estancia legal en México, les ofrecemos albergues pero no los quieren, se quedan en hoteles y se mueven por su propia cuenta”, indicó la funcionaria.

Este viernes, un grupo de 17 personas, entre ellos dos familias de Ucrania, una de Rusia y una pareja de Bielorrusia arribaron al puerto fronterizo de San Ysidro para solicitar el asilo en Estados Unidos, pero agentes de la Oficina de Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) les impidieron la entrada.

Una de las inmigrantes ucranianas compartió a Efe que llegó a México a principios de marzo junto con toda su familia.

Relató que tuvo que desplazarse desde su hogar hasta Rusia, donde tomaron un vuelo a la ciudad mexicana de Cancún, en donde compraron carros para trasladarse a Tijuana, un trayecto que duró 10 días.

“La gente de mi país está aprovechando que hay un vuelo directo a Cancún, también llegan a Ciudad de México”, dijo la mujer, y agregó que, aunque son viajes largos, “valen la pena para poder resguardar nuestras vidas”.

Andrii, otro inmigrante ucraniano que llegó con su esposa y sus dos pequeñas hijas, compartió que, aunque vivían felices y no pensaron que pasara algo con ellos, “mis amigos y vecinos comenzaron a abandonar la ciudad, y un día cayó una bomba a 300 metros de nuestro hogar y decidimos salir a Europa y luego a México”.

Ayuda en México

La organización binacional Al Otro Lado se ha encargado de brindar asesoría y acompañamiento a las familias que están llegando a Tijuana.

Jeen Jude, abogada de la asociación, dijo que no cuestionan a las personas que llegan, “solamente les ayudamos a elaborar sus solicitudes de asilo y los acompañamos a la garita”.

Jude confirmó que algunas familias han logrado ingresar a Estados Unidos para exponer sus casos y solicitar el asilo político, aunque otras han tenido que esperar debido a que los espacios están saturados y todavía no hay una acción clara por parte del Gobierno estadounidense para el ingreso humanitario de estas personas.