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Caso Pablo González: encarcelan a periodista español acusado de ser espía de Rusia

La esposa del comunicador manifestó que espera tener pronto noticias de su pareja, pero la situación le da “miedo” porque las acusaciones “son graves”, en medio de la guerra que sostienen rusos y ucranianos.

Pablo González en una visita a una fábrica en la localidad de Dnipor al este de Ucrania el pasado 2 de febrero de 2022. Foto: EFE
Pablo González en una visita a una fábrica en la localidad de Dnipor al este de Ucrania el pasado 2 de febrero de 2022. Foto: EFE

Pablo Gonzáles, periodista de España, se encuentra en prisión provisional en Polonia, cerca de la frontera con Ucrania, tras ser acusado de un delito de espionaje al servicio de Rusia, informó su abogado, Gonzalo Boye.

Ohiana Goiriena, esposa de González declaró este viernes que no se cree la acusación de que es un espía, consignó EFE.

Lleva cinco días “incomunicado”, dijo Ohiana Goiriena, cuando en Polonia esta situación se puede mantener durante “48 horas”, así que “algo ha fallado”, añadió.

El portavoz del Gobierno polaco, Stanislaw Zaryn, confirmó hoy a la agencia de prensa polaca Pap la detención del periodista español, a quien las autoridades acusan de espiar para Rusia.

Goiriena explicó que Pablo González, con quien tiene tres hijos, “nació en Rusia”, tiene familia en ese país, donde sigue su padre, y ellos han ido “a menudo”.

Su esposa indicó que el abogado de su marido se ha puesto en contacto con el Consulado de España en Polonia y ha intentado hacer gestiones para poder estar con él, pero los trámites “van despacio” y aún no se han podido poner en comunicación con el periodista.

El abogado, Gonzalo Boye, indicó el pasado 28 de febrero que González había sido detenido “por hacer su trabajo”, y exigió que se garantizara su integridad física y su libertad inmediata, petición que suscribió Reporteros sin Fronteras. El último tuit publicado por el periodista es de ese día.

Su esposa explicó hoy que es “es periodista “freelance” y estaba informando de la llegada de los refugiados ucranianos”.

Goiriena añadió que la última vez que habló con su marido fue el pasado lunes, cuando llamó para avisarle de que estaba detenido y pedirle que llamara a su abogado y a su madre (vive en España), pero no le comentó nada sobre el posible motivo de la detención.

Explicó que, hace “tres o cuatro semanas”, su esposo estuvo “retenido durante tres horas” en Ucrania. “Le invitaron a marcharse del país en cuatro o cinco días. Fue una invitación verbal, no formal, no tuvo ninguna orden por escrito”, precisó.

La mujer espera poder tener pronto noticias de su marido, pero la situación le da “miedo” porque las acusaciones “son graves”, dado que comportan “hasta 10 años” de cárcel, si es condenado.

En un comunicado oficial, la comandancia regional polaca de Subcarpacia dijo este viernes que, el 1 de marzo, la comandancia de Rzeszów acusó formalmente de espionaje al detenido.

A petición del fiscal y “debido a la necesidad de garantizar el buen desarrollo del proceso, el temor a la fuga y el fraude”, el tribunal decidió mantener durante tres meses el arresto en prisión de González.

Con información de EFE