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El caso del brutal asesinato que se resolvió con el ‘testimonio de un fantasma’ en EE. UU.

En 1897, una madre angustiada dio su testimonio ante la corte de Greenbrier, en el que afirmó que el fantasma de su hija Elva Zona Heaster le confesó que había sido asesinada por su esposo.

Un siglo después, la población y la cultura popular han inmortalizado la historia como ‘El caso del fantasma de Greenbrier’. Foto: Memorial Zona Heaster Shue
Un siglo después, la población y la cultura popular han inmortalizado la historia como ‘El caso del fantasma de Greenbrier’. Foto: Memorial Zona Heaster Shue

El 22 de junio de 1897, después de cinco meses de creer firmemente que su hija había sido víctima de feminicidio, Mary Jane Heaster se encontraba en una audiencia judicial para dar su testimonio contra su yerno Erasmus Trout Shueb en Estados Unidos.

Ese día, el fiscal del caso la había escuchado afirmar que durante cuatro noches su primogénita fallecida, Elva Zona Heaster Shue, la ‘visitó’ para contarle la supuesta verdad sobre lo ocurrido ese fatídico día, informa El Tiempo.

Según la madre, el fantasma de su hija le confesó que la muerte no había sido producto de un “desmayo eterno”, como determinaron los médicos cuando hallaron su cadáver en la casa, sino de un homicidio a manos de su esposo.

“¿Está segura de que esas ‘visitas’ no fueron cuatro sueños?”, cuestionó el fiscal a Heaster en el Tribunal local del condado de Greenbrier, en el este de Estados Unidos. “Sí, señor. No fueron sueños. No sueño cuando estoy completamente despierta; sin duda, y sé que la vi allí conmigo”, respondió la mujer.

El caso del brutal asesinato que se resolvió con el ‘testimonio de un fantasma’ en EE. UU.

Mary Jane Heaster, madre de Elva Zona Heaster, fue quien reveló el lado ‘místico’ del caso. Foto: Memorial Mary Jane Heaster

Ante la poca evidencia de que la fallecida había sido víctima de un feminicidio, varias dudas en torno a la superstición de la madre angustiada salieron a flote. Sin embargo, la mujer siempre se mantuvo firme en su versión.

Tras una hora de deliberación, el grupo de jueces determinó que el esposo de la difunta Elva Heaster debía ser condenado a cadena perpetua por su asesinato. Pese a que el veredicto no detalló que la ‘revelación’ del supuesto fantasma influyó en la sentencia, los pobladores con el paso del tiempo inmortalizaron lo ocurrido como ‘el extraño caso que se resolvió con el testimonio de un fantasma’.

¿Qué ocurrió el 23 de enero de 1897?

Elva Zona Heaster Shue y Erasmus Trout Shue se casaron a finales del siglo XIX en el condado de Greenbrier, en Virginia Occidental, EE. UU. Sin embargo, él había enviudado dos veces debido a ‘muertes prematuras’ de sus antiguas esposas, según la investigación de la autora norteamericana Dennis Deitz, plasmada en su libro El fantasma de Greenbrier y otras historias extrañas.

Es por ello que el 23 de enero de 1897, día en el que falleció Elva Heaster, resultó muy extraño. En ese momento, Trout Shue se acercó a la casa de Anderson Jones, un menor de 12 años, para pedirle ayuda con su esposa, que estaba delicada de salud.

Cuando el pequeño llegó al lugar, quedó estupefacto al ver una mancha de sangre en la escalera de la entrada y el cuerpo sin vida de Elva Zona Heaster tendido en el suelo. Totalmente aterrorizado, Jones regresó a su casa y le pidió a su madre que diera aviso al médico del condado.

Pero cuando el doctor arribó al hogar de Trout y Heaster, ya no había el rastro de sangre. La mujer estaba recostada en la casa y vestía un traje de sastre. Cuando el galeno procedió a revisarla, Erasmus Trout en todo momento sostuvo la cabeza de la fallecida en su pecho sin que, al parecer, permitiera que fuese examinada plenamente.

El dictamen médico estableció que la mujer había muerto por causas naturales, un “desmayo eterno”. En el día del funeral, de acuerdo con la información de Deitz, el viudo habría colocado una sábana en el ataúd para mantener firme la cabeza de la difunta.

El caso del brutal asesinato que se resolvió con el ‘testimonio de un fantasma’ en EE. UU.

Elva Zona Heaster shue tenía 21 años cuando habría sido asesinada por su esposo. Foto: Memorial Mary Jane Heaster

Fue en ese momento que la madre de la fallecida, motivada por la incertidumbre, decidió retirar la sábana de la tumba y llevársela para su casa. Se dice que, al sumergirla en agua, de la tela brotaron coloraciones rojas.

Desde ese entonces, la idea de que su hija había sido asesinada se instaló en su cabeza y, apegada a su fe religiosa, comenzó a orar con insistencia. En esos ‘diálogos celestiales’ se supone que se habrían dado las cuatro revelaciones en las que la fallecida explicó lo que pasó.

La aparición fantasmal de un caso insólito

De acuerdo con el relato que Mary Jane Heaster dio en la corte, su hija fallecida se habría ‘aparecido’ en su habitación vestida con la misma ropa del día del homicidio. “El fantasma le dijo que Trout Shue se había enfurecido porque no le sirvió carne para la cena y la agarró por el cuello, apretándolo hasta fracturarlo entre la primera y la segunda vértebra”, reportó el diario Washington Post en un recuento hecho en 2019.

Lo más curioso fue que, tras la revelación de que una fractura de cuello habría desencadenado la muerte de Elva Zona Heaster Shue, se confirmó su veracidad mediante una autopsia que el fiscal del caso ordenó después de escuchar a la madre angustiada.

Tras obtener las pruebas suficientes, se desarrolló el juicio del 22 de junio de 1897 contra Erasmus Trout Shue por el supuesto asesinato de la mujer.

“La primera vez que vino giró la cabeza completamente y me miró como si quisiera que yo supiera todo al respecto. Y en la próxima ocasión que volvió a verme, me lo contó todo. La última noche que estuvo allí, me dijo que hizo todo lo que podía, y estoy satisfecha de que ella también me haya dicho eso”, explicó Mary Jane Heaster durante la audiencia.

Al final, Trout Shue fue condenado a cadena perpetua, pero solo pasó tres años en prisión, debido a que falleció por una enfermedad desconocida.

Un siglo después, la población y la cultura popular han inmortalizado la historia como ‘El caso del fantasma de Greenbrier’. Para los investigadores, resulta insólito que la justicia valoró el testimonio ‘del más allá’ que relató la madre de la difunta.

Así quedó plasmado en una placa situada en el municipio de Virginia Occidental, donde habría ocurrido el asesinato: “El único caso conocido en el cual un testimonio de un fantasma ayudó a condenar a un asesino”.

El caso del brutal asesinato que se resolvió con el ‘testimonio de un fantasma’ en EE. UU.

En 1897, Elva Zona Heaster es encontrada muerta en el condado de Greenbrier, Virginia Occidental. Foto: Twitter