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Vacunas y desacuerdos entre países: el mensaje del papa Francisco que sensibiliza al mundo por Navidad

Sumo pontífice fue contundente ante los problemas más importantes que aquejan a las naciones durante su tradicional misa de Navidad, que enfrentó restricciones por el avance de la variante ómicron.

El papa Francisco celebró la misa de Noche Buena en la Basílica de San Pedro. Foto: EFE
El papa Francisco celebró la misa de Noche Buena en la Basílica de San Pedro. Foto: EFE

El papa Francisco reclamó este sábado, durante la misa de Navidad, el acceso a las vacunas contra la COVID-19 para los países más pobres, en un contexto en el que el avance de la variante ómicron en el mundo trajo de regreso los confinamientos y medidas restrictivas por su peligrosidad.

El sumo pontífice encabezó la misa Natividad del Señor - Bendición Urbi et Orbi en el tradicional balcón central de la Basílica de San Pedro. El aforo de esta celebración religiosa fue reducido por el aumento de los contagios.

“Aunque el mensaje del nacimiento del salvador, fuente de la verdadera paz, resuena en nuestros corazones y en el mundo entero, seguimos siendo testigos de un gran número de conflictos, crisis y desacuerdos”, dijo el pontífice. “Parece que no terminan nunca los conflictos y contradicciones”, aseguró.

Además, agregó que “en este tiempo de pandemia, se pone a prueba nuestra capacidad de relación social; hay una creciente tendencia al repliegue”. Por esa razón, pidió un mejor diálogo y predisposición hacia la mediación a favor de mejores beneficios para todos.

Entre las súplicas del papa por la reconciliación, este también se acordó de Sudán y Sudán del Sur, del norte de África, de Etiopía y de Myanmar, al tiempo que rezó contra “nuevos brotes de un conflicto largamente enconado” en Ucrania, que se enfrenta a una posible invasión de Rusia.

Como es habitual en Francisco, se acordó de los migrantes y refugiados del mundo. “Sus ojos nos piden que no miremos hacia otro lado, ignorando nuestra humanidad común, sino que hagamos nuestras sus historias y seamos conscientes de su situación”, comentó en Navidad.

“Pensemos en el pueblo sirio, que desde hace más de un decenio vive una guerra que ha provocado muchas víctimas y un número incalculable de refugiados. Miremos a Irak, que después de un largo conflicto todavía tiene dificultad para levantarse. Escuchemos el grito de los niños que se alza desde Yemen, donde una enorme tragedia, olvidada por todos, se está perpetrando en silencio desde hace años, provocando muertos cada día”, manifestó.

Finalmente, el papa expresó que un niño Jesús nacido en la pobreza debería recordarle a la gente que servir a los demás es más importante que buscar status o visibilidad social o pasar toda la vida en la búsqueda del éxito.