José Vales tras victoria de Boric: “El país que los chilenos heredaron de Pinochet está acabado”
Victoria de la izquierda en Chile. Gabriel Boric tendrá que cumplir con diversas promesas cuando ocupe el sillón presidencial, uno de ellas será acabar con las AFP.
Gabriel Boric asumirá la Presidencia de Chile el próximo 11 de marzo tras derrotar a José Antonio Kast este último domingo 19 de diciembre. En La Entrevista, Paola Ugaz conversó con el periodista José Vales sobre los retos que deberá afrontar el presidente electo.
La diferencia entre Gabriel Boric y José Antonio Kast nos ha sorprendido, ¿cómo se logró imponer?
Hay varios aspectos para explicar el resultado. Por ejemplo, la vorágine política que se venía dando en Chile con el estallido hace meses atrás, la elección para la asamblea constituyente que ya marcaba una tendencia y se vio alterada en una primera vuelta muy fragmentada, esto le permitió al candidato de la derecha llegar en primer lugar, pero ya se veía que tenía más espacio de articulación política Boric y su Frente Amplio que la derecha.
La derecha en Chile post Pinochet ha tenido problemas muy serios de tener un candidato vendible, un candidato potencialmente votable, aunque la diferencia la marcó Sebastián Piñera porque pudo demostrar en campaña que en su época tuvo un acto de rebeldía para con el régimen y eso le sirvió para mostrarse como un candidato distinto.
También ayudó que el día jueves se anunciara la muerte de la viuda de Pinochet, que muchos conocían como ‘La momia mayor de Chile’ porque a la derecha se le llaman ‘momios’. Ella era prácticamente el poder tras el poder. Era una especie de disco duro para saber qué fue el pinochetismo y todo el horror que ocurrió en esos 17 años de dictadura que diseñaron, plasmaron y modelaron, pero el domingo terminó de morir con la elección de un joven de 35 años, que surge de las protestas estudiantiles, que marcó una de las tantas transiciones.
Boric asume a los 35 años, para el Perú es simbólico porque Alan García asumió el poder a la misma edad. ¿Por qué no puede equivocarse?
Va a tener poco margen para el error porque está sentado en un volcán. Los desafíos son múltiples no solo por la agenda que plantea. Tiene deudas con los mapuches en el sur, deudas con salud pública, con un sistema educativo que tiene que cambiar ya. Están hablando de una reforma tributaria, de acabar con las AFP, los fondos de pensiones privados para hacer un público, ese es el primer punto a lanzar cuando esté en el Gobierno.
Tiene una elite golpeada que va a esperar cómo puede articularse detrás de esa mayoría que va a tener en el Congreso para tratar de impedir todos esos cambios que derivarían en una política de distribución de ingresos que no ha tenido Chile desde 1963.
Creo que tiene que tener una cuota de confianza, por lo menos hay que verlo caminar en los primeros 100 días para ver si esta esperanza que ha ganado el domingo Chile termina plasmándose en los hechos.
¿Qué hace que Boric no se pueda comparar con Castillo? Son de izquierda, pero son diferentes
Se está abriendo un debate ¿qué es ser de izquierda en la actualidad? A la izquierda hoy entra cualquiera, pero la formación política de Boric no es la misma que la de Lula, que es un animal político cuya escuela política fue el sindicalismo y no hay escuela mejor para la política que esta. Compararlo con AMLO, Boric tiene poco con él. Va a tener mucha importancia para ver cuán inteligente es. Hoy va a tener que convencer a poco más de la mitad de los chilenos.
¿Cómo ves a América Latina en el 2022?
Con muchos problemas. La pandemia nos encontró como nos tenía que encontrar, con estructuras bastante agotadas, con problemas sin solucionar. También con problemas muy serios de pobreza y con esos índices es imposible hablar de un desarrollo, lo veo complicado. No es nuevo.
Entonces, el gran reto de Boric es enterrar el neoliberalismo, pero haciendo un buen gobierno
Sí, tiene que generar políticas nuevas, instituciones nuevas, pilares nuevos para un país distinto. El país que los chilenos heredaron de Pinochet está acabado desde lo económico, social y político, el domingo terminó de morir y, por eso, digo que la tiene complicada el presidente electo.