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Joven pasa meses con tos y le dicen que puede ser COVID-19, pero era cáncer

Una mujer británica contó que por su único síntoma los médicos le negaban citas y solo le ordenaban descartar infección por coronavirus.

El cáncer de la joven pudo haberse detectado hace tres meses. Foto: New York Post
El cáncer de la joven pudo haberse detectado hace tres meses. Foto: New York Post

Una mujer en Reino Unido padeció de tos por meses sin saber que la aquejaba un cáncer. Según detalló la joven de 23 años, acudió muchas veces al hospital por un cita, pero siempre la rechazaban debido a que creían que podía tener COVID-19.

En diálogo para New York Post, Chloe Girardier detalló que los médicos le sugerían constantemente hacerse un test de descarte de coronavirus. Pese a que estos resultaron negativos, la tos persistía y continuó así por cinco meses.

“Es muy difícil conseguir citas; seguían diciéndome que no era elegible a una cita urgente porque era solo una tos. Hubo varias veces que la gente me preguntó si me había hecho el test de COVID-19 y fue frustrante, porque todavía existen otras enfermedades y la tos no es solo un singo de COVID-19”, declaró.

Chloe continuó insistiendo y logró atenderse con un profesional. Este le recetó antibióticos e inhladores, pero todo fue en vano.

“Sentí que la gente me miraba fijamente cuando tosía e inmediatamente asumía que debía tener COVID-19″, aseguró.

Después de siete citas con su médico, la joven empezó a perder peso de forma muy radical. Pidió entonces una radiografía de tórax para saber qué estaba provocando su tos.

Los resultados revelaron que tenía un masa en el pecho de aproximadamente 10 centímetros. El médico certificó que se trataba de un tipo de cáncer, el linfoma de Hogkin, que ataca al sistema linfático y provocaba en ella esa tos persistente.

“Estoy presentando una queja a mis médicos porque creo que me han engañado durante mucho tiempo debido a mi edad (…) ahora, como me diagnosticaron tan tarde, tendré que hacerme quimioterapia unos días antes de Navidad”, lamentó Chloe, quien además de la pérdida de peso ha sufrido síntomas como picazón de piel, sudores nocturnos y fiebre.

Afortunadamente para ella el cáncer que se le detectó no es agresivo, por lo que tiene oportunidad ser tratado.

“Este cáncer podría haberse detectado tres meses antes y tengo suerte de que sea este tipo de cáncer y no uno que progresa muy rápido”, indicó.