Un deceso con nitrógeno en hasta 10 minutos: así funciona la cápsula para muerte asistida
Desarrollada en Suiza, Sarco X es una máquina para la muerte asistida, creada por el médico australiano Philip Nitschke y el ingeniero holandés Alexander Bannink.
Sarco X es una máquina pionera creada por Philip Nitschke (médico australiano) y Alexander Bannink (ingeniero holandés) que permite la muerte asistida. Aunque hasta ahora solo se han ensamblado dos prototipos, sus desarrolladores buscan introducirla en Suiza, donde el suicidio asistido es legal desde 1940.
El dispositivo, presentado en 2017, prioriza la tecnología para “desmedicalizar” el proceso de muerte digna. Se trata de una cápsula impresa en 3D, con apariencia de ataúd, en la que ingresa el paciente, previamente evaluado por un experto que determina si su decisión es consciente.
Según Exit International, la organización a la que pertenecen Nitschke y Bannink, el interior es confortable y tiene paneles transparentes y se asienta sobre una plataforma elevada.
Antes de entrar, el paciente responde una serie de preguntas a un especialista para determinar que su decisión es tomada de forma consciente. Solo entonces podrá presionar un botón que activará un mecanismo (o realizar pestañeos, en caso de que tenga parálisis).
La cápsula empieza a llenarse de nitrógeno y elimina automáticamente la presencia de oxígeno (en aproximadamente 30 segundos, disminuye del 21% al 1%). Tras la aspiración de nitrógeno, el paciente cae en estado de inconsciencia.
El deceso ocurre en un lapso de entre cinco y 10 minutos, por hipoxia e hipocapnia. Es decir, por la privación de oxígeno y dióxido de carbono, respectivamente. Si el usuario decide anular el procedimiento, Sarco X cuenta con un botón de parada de emergencia y una trampilla de escape.
Como es portátil, puede instalarse en la vivienda del paciente o en una clínica. El desarrollador apunta a que el dispositivo se emplee a inicios de 2022. De momento, no se ha pensado comercializarlo, sino distribuir el diseño a los usuarios o clínicas de suicidio asistido de Suiza.
De hecho, Sarco X ha desatado criticas como las de Daniel Sulmasy, investigador y catedrático especializado en Ética. “Es un diseño futurista que glamuriza el suicidio”, ha dicho Sulmasy.
En tanto, organizaciones suizas como Dignitas, que ayuda y asiste a morir, han manifestado su desconfianza: “No creemos que tenga mucha aceptación. Esta cápsula no ofrece la compañía que todos necesitamos, hasta en la muerte, y deja muchas preguntas sin respuestas”.
¿Quiénes son los desarrolladores?
- Philip Nitschke
Es médico y activista. El primero a nivel global que ayudó a morir bajo el amparo de la ley. Entre julio de 1995 y abril de 1996, cuatro de sus pacientes se acogieron a la ley de muerte digna.
Autor de ‘Maldito si lo hago’, ‘El manual de la píldora pacífica’ y ‘Killing Me Softly: eutanasia voluntaria y el camino hacia la píldora pacífica’.
- Alexander Bannink
Fundador del Servicio de Diseño Industrial ABID y especializado en diseño 3D y desarrollo de electrodomésticos, muebles, espacios móviles y vehículos.
El suicidio asistido en Suiza
En Suiza, los pacientes que deciden recurrir al suicidio asistido deben proceder por propia mano con una dosis letal de barbitúricos proscrita por profesionales médicos. Cada año se registran al menos mil procedimientos en el país.
Las condiciones difieren en algunos casos, aunque se toma en cuenta al paciente que tiene un mal incurable, dolores insoportables o alguna discapacidad. Debe demostrar una sólida capacidad de juicio o que no exista forma de aliviar su dolor.