Ciencia

Suiza legaliza a Sarco, la polémica máquina para el suicidio asistido

Según sus creadores, esta cápsula impresa en 3D ha sido creada para una muerte sin pánico ni asfixia prolongada.

El empleo de la cápsula SARCO ha sido autorizado legalmente en Suiza, un país donde el suicidio asistido es legal. Foto: Wikimediacommons
El empleo de la cápsula SARCO ha sido autorizado legalmente en Suiza, un país donde el suicidio asistido es legal. Foto: Wikimediacommons

Exit International, una organización de Australia que aboga a nivel internacional por la legalización de la eutanasia voluntaria y el suicidio asistido, ha creado Sarco, una máquina en forma de ataúd que, según sus creadores, permite a sus ocupantes acabar con sus vidas de manera pacífica.

El pasado sábado, el uso de esta cápsula fue aprobado legalmente en Suiza, uno de los países donde el suicidio asistido es legal y tiene lugar dentro de los criterios de las organizaciones sin fines de lucro que brindan el servicio, según detalla la Asociación Médica Británica en 2021.

Solo en 2020, las dos agencias más grandes del país que brindan ayuda en el suicidio asistido registraron un número de casi 1.300 personas, informa Swissinfo.

Una representación en computadora de la cápsula SARCO. Foto: Exit International

Una representación en computadora de la cápsula SARCO. Foto: Exit International

¿Qué es Sarco?

Sarco es una cápsula impresa en 3D en la cual, a través de un botón, el usuario puede autorizar acabar con su vida sin sentir relativamente pánico ni asfixia. La máquina se ubica encima de un dispositivo que inunda su interior de nitrógeno y reduce significativamente el oxígeno en apenas medio minuto.

Según el doctor Philip Nitschke, fundador de Exit International, “la muerte se produce por hipoxia e hipocapnia, privación de oxígeno y dióxido de carbono, respectivamente”, sostuvo en una entrevista ante el medio Swissinfo.

Hasta la fecha, existen dos versiones de Sarco, mientras que una tercera se está imprimiendo recién en Países Bajos. Así, tras no haber sido objetado con ningún problema legal en Suiza, la última versión se espera que esté lista para funcionar en dicho país para 2022.

Sarco

Foto: Philip Nitschke

Desmedicalizar la muerte

De acuerdo con Nitschke, el objetivo de la creación de esta máquina es desmedicalizar la muerte, es decir, permitir que un individuo controle su uso sin la autorización médica o psiquiátrica. El único filtro serían unas preguntas realizadas por una inteligencia artificial del artefacto.

Durante una entrevista del 2020, Nitschke señaló que “el beneficio para la persona que lo usa es que no necesita obtener ningún permiso, no necesita un médico especial para tratar de colocarle una aguja, y no necesita adquirir medicamentos de difícil acceso“.

Sin embargo, pese al desarrollo de esta tecnología, aún es un detalle polémico para los psiquiatras. Esto se debe a que, en la mayoría de países, la muerte asistida solo es autorizada cuando uno padece una condición incurable o terminal que le cause mucho sufrimiento y cuando se está mentalmente estable.

Por otro lado, la cápsula Sarco y su creador han sido criticados de volver atractivo el suicidio, tanto por el diseño futurista del artefacto así como por el desarrollo de una aplicación de realidad virtual que permite experimentar “una muerte virtual”.