El dilema de los indecisos por la polarización en Chile: ¿Gabriel Boric o José Antonio Kast?
Los candidatos han tenido que moderar sus discursos de cara al balotaje en Chile. Queda menos de cinco días para convencer a quienes votaron por otras opciones en la primera vuelta y al 53% de los electores que se abstuvo.
La segunda parte de la carrera electoral en Chile, entre el ultraderechista José Antonio Kast y el izquierdista Gabriel Boric, transcurre de forma vertiginosa hacia el centro político en busca del voto moderado, desde unas posiciones iniciales antagónicas y en parte extremas. El país elegirá al sucesor de Sebastián Piñera el próximo domingo 19 de diciembre.
“Como los candidatos que ganaron están prácticamente en los polos y las demás alternativas estaban más al medio, es lógico moderar el discurso. Cuando aspiras a ser el presidente de todos, lo que hay que hacer es buscar una postura de estadista”, dijo Cristóbal Bellolio, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez.
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Ernesto Ottone dijo a CNN en noviembre que, desde hace algún tiempo, hay una volatilidad muy grande del voto que impide hacer proyecciones en Chile y en otras partes del mundo. “El voto actual contemporáneo es muy volátil, movido no tanto por intereses como por emociones, impulsos o miedos, y puede cambiar en muy poco tiempo”, señaló el acadmémico del Colegio de Estudios Mundiales de París.
“En segunda vuelta, se verá cuán fuerte es el temor a la visión conservadora de Kast o el temor a los problemas económicos con Boric”, expresó Ottone sobre ambos candidatos.
Para el politólogo y profesor de la Universidad de Nueva York Patricio Navia, los indecisos no le ponen mucha atención a la política y si se deciden a votar por un candidato, los resultados podrían cambiar.
La moderación de Kast y de Boric para captar más votos
José Antonio Kast, exdiputado y abogado de 55 años que en varias ocasiones defendió la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), lucha por quitarse el sambenito de “ultraderecha” que le pone la prensa.
José Antonio Kast ha caído en los sondeos realizados tras la primera vuelta en Chile. Foto: EFE
En esta segunda fase de la campaña, matizó su discurso en algunos aspectos como los relativos a la mujer, a la que prometió fijar como “su prioridad”, y al medioambiente, asegurando que dará “una batalla épica contra la desertificación y el cambio climático”.
Pero sigue presentándose contrario al aborto y al matrimonio igualitario, y como valedor de la seguridad, del control de la inmigración ilegal y del libre mercado, aunque en esto último también moderó su discurso y afirmó que el “núcleo” de su propuesta es “garantizar una vida digna que tiene la base en las personas, no en la economía”.
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Por su parte, Gabriel Boric, diputado de 35 años y abanderado de una formación de izquierdas que cuenta con el apoyo del Partido Comunista, llamó para el balotaje a economistas de la centroizquierda y flexibilizó sus ambiciosas metas de recaudación fiscal del 8% del PIB en ocho años, añadiendo mayor gradualidad.
Aspira a construir un modelo de bienestar con pensiones solidarias y un sistema de sanidad universal, pero ahora ofreció también un discurso más cercano a la gente, dando más importancia a temas como la seguridad, el narcotráfico o la inmigración.
En Chile la mayoría de mujeres apuestan por Gabriel Boric, según la encuestadora Criteria. Foto: AFP
También fue notable su postura respecto al proyecto que busca indultar a las personas detenidas durante las protestas sociales de 2019, diciendo que no lo habrá para quienes hayan cometido delitos en el marco de esas marchas, que estremecieron al país.
Octavio Avendaño, académico de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, vislumbra en esta moderación el riesgo de que los nuevos programas se vean como “impostaciones de algo que ni siquiera estas figuras se creen”.
Bellolio sospecha que quienes van a inclinar la balanza son los que en la primera vuelta votaron a otras opciones (46,28 % de votos, en total), aunque Avendaño suma también la importancia de perseguir el favor del 53% de las personas que se abstuvo de ir a las urnas en esa ocasión.
”Por lo general, hay una franja del electorado que participa en una elección pero no necesariamente va a participar en la elección siguiente, por eso es muy importante que las candidaturas se vuelquen a ese 53% que no concurrió, porque de ahí puede surgir aquel segmento del electorado que va a modificar el resultado”, expresó Avendaño.
En Chile, se anuló la obligatoriedad del voto mediante la Ley 20568. La participación en elecciones presidenciales ha sido del 49,13% en 2013 y del 46,64% en 2017, según las cifras oficiales.
Con información de EFE.