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Mayores de 65 años deberán tener la dosis de refuerzo para conservar el pase sanitario en Francia

La medida anunciada por el Gobierno de Emmanuel Macron entrará en vigencia a partir del 15 de diciembre. Francia ha registrado un recrudecimiento de la pandemia durante la última semana.

Más de 91.000 personas han muerto en Francia por la COVID-19, según un recuento oficial. Foto: EFE
Más de 91.000 personas han muerto en Francia por la COVID-19, según un recuento oficial. Foto: EFE

Los mayores de 65 años que quieran conservar el pasaporte sanitario en Francia a partir del 15 de diciembre deberán haber recibido una dosis de refuerzo de la vacuna anti-COVID-19, anunció este martes el presidente francés, Emmanuel Macron.

“Si están vacunados desde hace más de seis meses, les pido que tomen cita. A partir del 15 de diciembre, habrá que justificar un refuerzo para prolongar la validez de su pase sanitario”, dijo Macron a los mayores de 65 años y personas vulnerables.

A principios de diciembre, los franceses entre 50 y 64 años podrán recibir también la dosis de recuerdo, ya que “más de 80% de las personas en (los servicios de) reanimación tienen más de 50 años”, agregó Macron durante su noveno discurso televisado desde el inicio de la pandemia.

El pasaporte sanitario es obligatorio en Francia desde el verano boreal en lugares que acogen más de 50 personas, así como en bares, restaurantes, hospitales (salvo urgencias) y grandes centros comerciales.

Los ciudadanos pueden obtener el documento si están completamente vacunados contra el coronavirus o con un test negativo. Desde mediados de octubre, esa prueba es de pago para aquellos que no estén inoculados.

Su aplicación generó minoritarias protestas semanales, que han ido perdiendo fuerza. La semana pasada, el Parlamento aprobó su uso hasta el 31 de julio, más allá de las elecciones previstas en abril y mayo.

La epidemia vuelve a recrudecer en Francia y la tasa de incidencia creció un 40% en una semana, dijo Macron.

Su ministerio de Educación anunció, posteriormente, que el uso de mascarilla sería nuevamente obligatorio en todas las escuelas de Francia, una medida que ya estaba implantada en 61 de los 101 departamentos del país.

El presidente francés, que aún no anunció si opta a la reelección en abril tras un primer mandato marcado por las protestas sociales y la pandemia, también confirmó que aplaza una polémica reforma sobre el sistema de pensiones.

“Las condiciones no están reunidas”, aseguró Macron, quien expresó, no obstante, su deseo de concretar esa reforma con un aumento de la edad de jubilación y la supresión de los regímenes especiales.

“A partir de 2022, para preservar las pensiones de nuestros jubilados y la solidaridad entre generaciones, habrá que tomar decisiones claras”, agregó el jefe de Estado, reconociendo que esto generará debate.

Sus eventuales rivales en las presidenciales, tanto de izquierda como de derecha, no tardaron en reaccionar. “La tercera dosis fue solo una excusa para hacer un discurso de campaña”, tuiteó la ultraderechista Marine Le Pen, para quien Macron vive “en un mundo paralelo”.