Roma: violentas protestas antivacunas dejan heridos
Actos brutales en el servicio de urgencias del hospital Umberto I abrieron el debate sobre ilegalizar los partidos neofascistas en Italia.
Un grupo de violentos antivacunas que participaron durante la tarde del último domingo en una protesta contra el pasaporte sanitario en Roma asaltó por la noche el servicio de urgencias del hospital Umberto I y dejó heridos a cuatro trabajadores del lugar.
Fue “una noche de locura”, según declaró el consejero de Sanidad de la región del Lacio, Alessio D’Amato, a la televisión pública RAI.
Dos enfermeras fueron agredidas, una de ellas con un botellazo en la cabeza, así como dos agentes de seguridad. Algunos otros trabajadores sanitarios tuvieron que encerrarse para protegerse del grupo de, por lo menos, 30 iracundos agitadores que entraron abruptamente en el centro médico.
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“Tras más de un año de pandemia no es justo vivir estas agresiones”, lamentó D’Amato. Los manifestantes irrumpieron en la sede del mayor sindicato de Italia, la CGIL, y lanzaron petardos y bombas de humo contra la sede del Gobierno, Palacio Chigi, lo que desencadenó la reacción de los antidisturbios, con mangueras de agua a presión y cargas.
Los policías chocan con los manifestantes que se oponen al pasaporte sanitario en el centro de Roma, Italia, el 9 de octubre de 2021. Foto: EFE
Partidos neofascistas
Entre los numerosos manifestantes estaban también varios militantes del partido neofascista Forza Nuova, encabezados por su líder nacional, Giuliano Castellino, y el responsable romano Roberto Fiore. Estos dos agitadores fueron detenidos por la Policía italiana junto con otras 10 personas más.
La violencia generada por estos grupos motivó a Italia a plantearse la necesidad de ilegalizar los partidos neofascistas debido a su peligrosa influencia dentro de la sociedad y su magnificación del discurso antivacuna.
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Arropado por la compañía de cientos de correligionarios, Maurizio Landini, secretario general de la CGIL, manifestó que se trata de “un ataque a la democracia” y “una ofensa a la Constitución” republicana que surgió tras la caída del régimen, y que de hecho prohíbe en sus disposiciones finales la reorganización “bajo cualquier forma” del Partido Fascista.
Por esa razón, el político convocó a una manifestación el siguiente sábado bajo el lema “Mai più Fascismo”, que en español quiere decir “nunca más al fascismo”.
Por su parte, el titular de la cartera de Trabajo y Políticas Sociales del Gobierno italiano, Andrea Orlando, consideró que la propuesta de Landini “tiene elementos de fundamento significativos” porque, a su parecer, se deben “construir instrumentos para defender la república y la democracia de un modo más eficaz”.
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El diputado del Partido Demócrata (PD) Emanuele Fiano, a menudo objeto de ataques por su ascendencia judía, adelantó que el lunes presentará una moción urgente en la Cámara de Diputados para pedir la disolución de los movimientos fascistas en Italia, con la finalidad de evitar actos como estos.
Forza Nuova en la mira para desaparecer
Forza Nuova es un partido de ultraderecha neofascista creado en 1997. Su programa prevé, entre otros puntos, la prohibición del aborto, acabar con la inmigración y la abolición de leyes contra la incitación al odio por razones políticas, de raza o religión. Polémica postura que ha captado a un preocupante grupo de adeptos en toda Italia.
En ninguno de los comicios a los que se ha presentado, solo o en coalición, ha logrado alcanzar el 0,5% de los votos. Sin embargo, sus manifestaciones se hacen más violentas.
Muchas voces, del centro y de la izquierda sobre todo, reclamaron su disolución.