Protesta en Turquía: universitarios sacan colchones a las calles
El reclamo inició debido a que el precio de los alquileres aumentó entre un 50% y un 300% respecto a los montos del año anterior.
En los últimos días, los jóvenes de los diversos movimientos estudiantiles de Turquía han empezado a dormir en las calles para protestar en contra del difícil acceso a una vivienda, producto del alza exorbitante de los alquileres. Los bancos de los parques de Esmirna y de Estambul son algunos de los escenarios en donde se despliega una queja que ya se ha replicado en 24 provincias de las 81 del país, según datos del Ministerio de Interior.
El partido gobernante se ha aliado con los de oposición para adecuar espacios municipales y, durante un mes, alojar de manera gratuita a los alumnos con problemas de vivienda. Además, el Ejecutivo ha anunciado la instauración de más residencias universitarias públicas. Frente a estas medidas, que representan solo un alivio temporal en medio del retorno a clases presenciales, los comités han decidido reducir las protestas.
Así lo explicó Mert Batur, uno de los portavoces del movimiento Barinamiyoruz (No tenemos alojamiento), en una entrevista para un corresponsal de diario El País. “Veremos si esta solución es suficiente, pero —si no— aumentaremos nuestras movilizaciones”, explicó. “El problema de la vivienda no afecta solo a los universitarios. De hecho, durante nuestras protestas nos han contactado cientos de obreros y desempleados con el mismo problema”, añadió Batur.
Respuesta de las autoridades
Aunque el Gobierno ya comenzó a actuar, la concepción con respecto a esta manera de protesta no ha sido la más alentadora. Süleyman Soylu, el ministro de Interior, ha declarado ante los medios que la mayoría de los participantes “no son estudiantes, sino miembros de organizaciones marginales de izquierda”, incluso afirmó que eran de “grupos terroristas”, como el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y el Partido Comunista Marxista-Leninista (MLKP).
La autoridad, además, acusó a la multitud de querer formar una revuelta juvenil similar a la del 2013.
Las mencionadas protestas se iniciaron en Estambul y se expandieron a nivel nacional luego de que un grupo de aproximadamente 50 ecologistas fueran reprimidos con gases lacrimógenos y cañones de agua cuando intentaban reunir fuerzas para salvaguardar el Parque Taksim Gezi, que iba a ser transformado en un centro comercial.
Descontento social
Con un antecedente como las protestas por el Gezi, el nivel de descontento de los estudiantes es mayor que en cualquier otro grupo poblacional, según las encuestas. Las razones van desde la precarización laboral hasta la disminución de becas, convertidas en su mayoría a créditos que dificultan un inicio profesional libre de deuda para los egresados.
“Un licenciado empieza la vida laboral con una deuda de mínimo 30.000 liras”, señaló Batur en la mencionada entrevista, quien también narró que las redes sociales han sido una vía principal para que las protestas tengan mayor eco. “Publicamos un video en el que se veía que varios estudiantes dormíamos en un parque. Al día siguiente, cuando íbamos a hacer lo mismo, la Policía lo había acordonado y había desplegado a decenas de agentes y un vehículo blindado”, admitió.
“El video tuvo mucha repercusión y al final la policía se retiró. Desde entonces hemos dormido todas las noches en varios parques de Estambul”, concluyó.