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Javier Milei, el candidato “libertario” que se impone en Argentina y ofrece acabar con la “casta política”

Conocido por ser un personaje antiderechos, crítico del “marxismo cultural” y promotor de la desregulación del sistema financiero, Javier Milei ha acaparado la atención mediática tras las primarias en Argentina.

Javier Milei reiteró el domingo su crítica a la "casta" tras haber conseguido el tercer puesto en las primarias en Argentina. Foto: Perfil
Javier Milei reiteró el domingo su crítica a la "casta" tras haber conseguido el tercer puesto en las primarias en Argentina. Foto: Perfil

Economista de 51 años, ultraliberal y provocador, Javier Milei surge como fenómeno electoral en Buenos Aires donde, con un discurso contra los políticos, le disputa el segundo lugar en las elecciones parlamentarias del domingo a la coalición oficialista de centro-izquierda Frente de Todos.

Gracias a un discurso antisistema, plagado de mensajes radicales e incluso violentos, el candidato “libertario” fue una de las grandes sorpresas en las primarias legislativas de este domingo en Argentina, al obtener un 13,66% de los sufragios por la ciudad de Buenos Aires.

Con este porcentaje de votos, la coalición que encabeza —bautizada como La Libertad Avanza— fue la tercera fuerza más votada en la capital federal, tan solo por detrás del opositor Juntos por el Cambio (48,19 %) y del oficialista Frente de Todos (24,66 %).

“A pesar de estos resultados, esto es solo el primer paso en busca de la reconstrucción nacional, el paso para volver a una Argentina potencia”, vociferó Javier Milei ante sus seguidores tras conocer los resultados del escrutinio.

Nacido el 22 de octubre de 1970 en el barrio porteño de Palermo, Milei es licenciado en Economía por la Universidad de Belgrano y cuenta con otros dos títulos de posgrado.

La mayor parte de su trayectoria profesional la ha desempeñado como asesor económico en diversos organismos y entidades financieras, una labor que compaginaba con su trabajo como profesor de Economía en universidades de Argentina y del extranjero.

En 2016, Milei comenzó a ganar notoriedad pública gracias a sus intervenciones radiales y en televisión, caracterizadas por un discurso muy duro contra la “casta” política tradicional y contra lo que él denomina “marxismo cultural”.

“Cuando uno mira mi historia personal, es la combinación de tres elementos: está la combatividad de un exarquero de Chacarita, está el histrionismo de un excantante de rock & roll y está la posición de un economista matemático especialista en crecimiento económico”, afirmó Javier Milei en el programa A dos voces, del canal Todo Noticias (TN).

Considerado a sí mismo como un “libertario” y un “anarcocapitalista”, durante la campaña electoral, la baza principal de Milei fue su rechazo frontal al sistema impositivo, que considera una “rémora de la esclavitud” y un obstáculo para el desarrollo económico.

En ese sentido, el economista aboga por la desregulación del sistema financiero, la supresión del Banco Central y la eliminación del propio peso argentino, una moneda que, en su opinión, tan solo sirve para “empobrecer” a la población.

Por otra parte, Milei se ha mostrado favorable a la tenencia de armas y a la legalización de las drogas, aunque reniega del aborto voluntario y tampoco cree en el calentamiento global, “otra de las mentiras del socialismo”, según sus palabras.

Asimismo, el candidato de La Libertad Avanza manifestó en una entrevista televisiva que la democracia es el “sistema menos malo” de gobierno.

“Yo creo que la democracia tiene muchísimos errores. En mi mundo ideal no existe el Estado, porque no comparto la existencia de la agresión generalizada”, comentó.

Más allá de sus propuestas y creencias filosóficas, uno de los rasgos más característicos de Milei, especialmente en las redes sociales, es su violencia verbal, ya que ataca con dureza a todos sus adversarios políticos, incluso a los que a priori son más cercanos a él ideológicamente

Sobre el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, el economista dijo que es “zurdo de mierda”, un “gusano asqueroso” y que lo podía “aplastar aun en silla de ruedas”.

También atacó con fervor al presidente del país, el peronista Alberto Fernández, a quien Milei define como un “tirano” y un “traidor”, cuya orden de decretar una cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus supuso, en su opinión, “un delito de lesa humanidad”

“Yo vengo al sistema a romperlo, vengo a terminar con el statu quo, vengo a sacar a estos delincuentes a patadas”, manifestó el candidato en otra entrevista televisiva.

Siguiendo la estrategia de otros líderes de derecha radical, Javier Milei emplea las redes sociales, como Twitter, Instagram y Facebook, para difundir de forma masiva estos mensajes, con lo cual ha ganado popularidad especialmente entre los jóvenes y los sectores más desafectos con la política.

De hecho, en esas tres plataformas, Milei acumula más de 1,4 millones de seguidores, con videos que superan las 100.000 reproducciones a los pocos días de publicarse y que están acompañados por cientos de ‘me gusta’ y comentarios favorables.

El político ha conseguido un poder de convocatoria que quedó patente en sus mítines de campaña, en los que llegó a aglutinar a más de 20.000 seguidores, según sus organizadores, la mayoría de ellos jóvenes de mediana edad.

Todas las clases sociales

Los seguidores de Javier Milei son mayoritariamente hombres, entre los 18 y 40 años, de todas las clases sociales, según el politólogo Diego Reynoso, de la Universidad de San Andrés.

“Él claramente se posiciona a la derecha, tanto en lo económico -menos Estado, más mercado- como en otros valores, por ejemplo su oposición al aborto”, que en Argentina es legal desde 2020, señala el politólogo.

Su prédica contra la “casta política”, a la que culpa por la crisis económica, social y política que sufre Argentina, lo coloca “fuera del sistema político. Le permite hacer un discurso claramente anti establishment y desde ahí capitaliza mucho”, refiere Reynoso.

Y en las zonas más desfavorecidas de la capital argentina, donde su votación fue un poco más alta que el promedio, han tenido eco sus críticas a la intervención estatal.

“Hay una explicación. En esos barrios hay gente con empleo formal que pese a su esfuerzo no puede salir de ahí y se queja de los descuentos que le hacen. Uno pensaría que esos sectores pidan más presión fiscal, impositiva, pero no es así”, señaló este analista.