Mantienen voto electrónico en Brasil y Bolsonaro afirma que el resultado “no será confiable”
Pocas horas después de que el Congreso descartara su propuesta de cambiar el sistema de voto electrónico, Bolsonaro insistió que bajo este formato se promueve un “fraude”.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a criticar este miércoles 11 de agosto a las autoridades electorales del país y afirmó que el resultado de los comicios presidenciales de 2022 no serán confiables, un día después de que el Pleno del Congreso rechazara su propuesta para cambiar el sistema de voto electrónico.
En declaraciones a un grupo de simpatizantes, Bolsonaro atribuyó la derrota en el Congreso a “represalias” y “chantajes” y aseguró que la votación confirma que la mitad de los diputados “no creen que el resultado” de las elecciones “será confiable”.
El líder de la ultraderecha ha defendido a ultranza la incorporación del voto impreso como complemento al sistema de votación electrónico, pero su propuesta fue enterrada la víspera por 229 votos a favor —de los 308 necesarios—, 218 en contra y 1 abstención.
Bolsonaro llegó a amenazar con no reconocer el resultado de las elecciones presidenciales de 2022, si no se adoptaba como complemento dicho método, pues está convencido de que las actuales urnas electrónicas fomentan “fraudes”, aunque no ha aportado prueba alguna al respecto.
El sistema electrónico de votación, elogiado en diversas ocasiones por diversos observadores internacionales, funciona en Brasil desde 1996 y no ha sido objeto de sospecha desde entonces.
Pese a ello, Bolsonaro ha cargado en repetidas ocasiones contra el sistema y el propio Tribunal Superior Electoral (TSE), máxima autoridad electoral del país.
Este miércoles 11, el mandatario volvió a cuestionar los supuestos “fraudes” en los comicios de 2018, de los que salió vencedor, y llegó a insinuar que el TSE podría tener conciencia de ellos, aunque no presentó pruebas de sus declaraciones.
En medio de los ataques del presidente, el tribunal le abrió un proceso administrativo por esa campaña de descrédito y pidió a la Corte Suprema que le investigue penalmente por la difusión de noticias falsas contra la instituciones democráticas y hasta de documentos secretos de la Policía Federal, con los que intentó justificar su cruzada.