Mundo

La tercera parte de los desaparecidos en Brasil son adolescentes

Son 80.000 personas desaparecidas en Brasil, de las cuales el 36% son menores de edad.

Actualmente, el 31,65 % de las personas a las que se les perdió el rastro tienen tienen entre 12 y 17 años. Foto: EBC Agencia Brasil
Actualmente, el 31,65 % de las personas a las que se les perdió el rastro tienen tienen entre 12 y 17 años. Foto: EBC Agencia Brasil

En diciembre, Lucas, Alexander y Fernando salieron a jugar por las calles de Río de Janeiro y nunca regresaron. Ellos forman parte del 30% de menores adolescentes desaparecidos en Brasil, cifra que enciende las alarmas en el país este martes, cuando se conmemora el Día Internacional de los Niños Desaparecidos.

Datos registrados por varias entidades oficiales señalan que en el gigante suramericano se desconoce el paradero de unas 80.000 personas. De ese total, se calcula que más del 36% corresponde a menores de edad, en su mayoría adolescentes. El hecho de que Brasil no cuente con un listado nacional detallado, unificado y actualizado sobre desapariciones dificulta las búsquedas e impide conocer la verdadera realidad en el país.

Pese a no contar con estas herramientas, “hay una percepción de varias autoridades de que el mayor grupo (de desaparecidos) es el de jóvenes que están en el final de su adolescencia”, dijo Larissa Leite, coordinadora del programa de desaparecidos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Brasil.

Datos del Sistema Nacional de Localización e Identificación de Desaparecidos del Ministerio Público (Sinalid) confirman esa apreciación al señalar que, actualmente, el 31,65% de las personas a las que se les perdió el rastro tienen tienen entre 12 y 17 años.

Los tres menores desaparecidos en Río de Janeiro —de 8, 10 y 11 años de edad— salieron a jugar el 27 de diciembre por los alrededores del Castelar, una comunidad localizada en la zona metropolitana del estado brasileño.

En esa región, narcotraficantes y milicias (grupos paramilitares, conformados en su mayoría por policías y uniformados —activos, retirados o expulsados—) a diario se disputan a tiros el control del territorio, donde extorsionan y amenazan a quienes no sigan su ley.

Cerca de cumplirse cinco meses de su desaparición, son pocas las respuestas de las autoridades, que todavía no dan con el paradero de los tres menores, mientras sustentan las labores de investigación con tesis “poco creíbles”, según familiares y vecinos de la comunidad.

La semana pasada, la Policía capturó a 17 sospechosos y apuntó la hipótesis de que los niños desaparecieron por robar un pájaro de un narcotraficante local, y descartó al mismo tiempo una posible participación de las milicias.

El caso de los tres menores no es el único ni el primero que ocurre en esa región, conocida como Baixada Fluminense, pues allí se registra el 30 % de las desapariciones de menores de hasta 17 años en el estado de Río, según cifras oficiales.

Con la llegada a Brasil de la pandemia, en marzo de 2020, los familiares no pudieron seguir buscando en las calles a sus desaparecidos y se sintieron impotentes. Esa angustia ocasionó enfermedades que en algunos casos terminaron en muerte, según expertos.