La OMS recomienda no utilizar la ivermectina para los pacientes de COVID-19
La OMS enfatizó que “independientemente del nivel de gravedad o de la duración de los síntomas”, no se debería utilizar la ivermectina para los pacientes con COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el miércoles “no utilizar la ivermectina” para los pacientes con COVID-19, excepto en los ensayos clínicos, según un comunicado de la organización.
La ivermectina es un medicamento antiparasitario de uso común que se promociona mucho en las redes sociales, pero según el grupo de expertos de la OMS, los datos de los estudios clínicos para medir su eficacia contra la COVID-19 no han dado resultados concluyentes.
“Nuestra recomendación es no utilizar la ivermectina para los pacientes con COVID-19, independientemente del nivel de gravedad o de la duración de los síntomas”, dijo Janet Díaz, jefa del equipo de respuesta clínica a la COVID-19 de la agencia de la ONU, en una rueda de prensa.
Subrayó que la única excepción a esta recomendación, basada en el estado actual de la investigación, es para los ensayos clínicos.
Los expertos de la OMS extrajeron sus conclusiones de un total de 16 ensayos clínicos aleatorios con 2.400 participantes, pero algunos de estos ensayos comparaban la ivermectina con otros medicamentos.
El número de estudios que permiten comparar la ivermectina con el placebo “es mucho menor”, sostuvo el doctor Bram Rochwerg, investigador de la Universidad McMaster de Canadá y miembro del panel de la OMS que realizó la evaluación.
Tanto Díaz como Rochwerg manifestaron que las recomendaciones son “vivas” y se actualizarán a medida que las nuevas investigaciones confirmen o amplíen el estado actual de los conocimientos.
La recomendación de la OMS, la primera sobre la ivermectina, se suma a la de la Agencia Europea del Medicamento, que, al igual que la OMS, no sugiere su uso salvo en ensayos clínicos.
Esta recomendación corre el riesgo de provocar escepticismo y enfado entre los numerosos defensores de este medicamento de uso veterinario y humano, que se utiliza contra parásitos como la sarna, los piojos o los que provocan la oncocercosis.
El éxito de este medicamento viene en particular de un estudio australiano publicado a principios de 2020 que observó una eficacia in vitro, es decir en el laboratorio, de la ivermectina sobre el SARS-CoV-2, el virus que provoca la COVID-19.
La ivermectina es barata y ya se utiliza a menudo en algunos países de América Latina, entre otros, y comparte algunas características con la hidroxicloroquina, que defienden ciertos médicos y personalidades políticas, a pesar de que su eficacia no ha sido demostrada y de que un importante ensayo clínico llegó a la conclusión de que no tiene ningún efecto.