Joven alemán de 2,24 metros sufrió bullying en el colegio y ahora persigue sus sueños [FOTOS]
Sus compañeros le decían “bebé gigante”, pero a él no le importó. Hoy con 19 años disfruta de su fama como una de las personas más altas de Alemania.
“¿Quién les otorga a los demás el derecho a juzgarme?”, se pregunta Jannik Könecke, que a sus 19 años prefiere ignorar las miradas que recaen sobre él en el autobús y se alegra de montar bicicleta con sus amigos, en lugar de jugar todo el tiempo en la Playstation. “Hay bicicletas para gente alta”, sostiene a la agencia DPA.
Jannik vive en la localidad de Lohnde, cerca de la ciudad de Hannover, y es uno de los adolescentes más altos de Alemania. Su orgullosa madre y una vecina lo midieron hace un par de semanas: 2.24 metros fue el resultado.
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Holger Schnieder, presidente del club de personas altas, resaltó que conoce a dos hombres en Alemania que miden 2,22 y 2,23 metros respectivamente y que. actualmente, son cada vez más jóvenes que miden más de dos metros.
Los miembros del club también sufrieron bullying por parte de sus compañeros en la etapa escolar. “Por experiencia propia lo sé: la peor época es la de los años escolares hasta la secundaria”, contó el hombre, de 49 años, que mide 2,00 metros y está feliz con su estatura.
Por otro lado, el joven Jannik afirmó que “nunca he deseado ser bajo” y más aún que encontró en el periódico local una escuela de manejo con una furgoneta diseñada a sus necesidades: el asiento del conductor fue movido un poco hacia atrás.
Jannik está feliz debido a que pronto obtendrá su licencia para conducir. Foto: DPA
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“Es una gran sensación poder obtener la licencia de conducir. Lo que he querido durante años finalmente se está haciendo realidad”, enfatizó el joven con una sonrisa en el rostro, luego de que los volantes de carros comunes se quedaran atascados entre sus rodillas y le hacía imposible manejar los pedales.
Jannik está a punto de cumplir 20 años en agosto y recién ha terminado la secundaria tras un abandono momentáneo de la escuela, pero ahora se encuentra en la búsqueda de un lugar para aprender un oficio.
“Preferiblemente como carpintero, creo que la construcción de stands de exposición es genial”, sostiene con entusiasmo.
Su orgullosa madre y una vecina lo midieron hace un par de semanas: 2.24 metros fue el resultado. Foto: DPA
Su madre, Petra Könecke tuvo que aprender a coser para alargar sus camisetas y pantalones de su hijo; sin embargo, los ajustes estructurales de su vivienda le resultan un poco difícil por la falta de dinero. Su cama está hecha con estibas de madera. “Se ve muy bien, no quiero otra”, precisó el joven, que creció sin su padre.
Luego que su vida se hiciera conocida a través de un artículo en el periódico, Jannik relató que varias personas muy altas lo llamaron. Por ejemplo, una familia de Fráncfort le regaló unas zapatillas número 55 2/3, que cuida mucho y procura no usarlo cuando maneja bicicleta.
“Tengo muchos sueños”, dice el joven, quien recuerda lo triste que le ponía el no poder subir a una montaña rusa. “Practicar fútbol tampoco fue posible por mi tamaño. Pero algún día me gustaría probar el fútbol americano”, concluye.
Los marcos normales de las puertas son demasiado bajos para Jannik. Foto: DPA