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Hoia Baciu, el bosque de Rumania donde hay desapariciones, ovnis y hasta ‘fantasmas’

El bosque es considerado uno de los lugares más embrujados del mundo. Además, se cree que posee un portal a otra dimensión.

Los árboles de Hoia Baciu, el bosque más embrujado del mundo. Foto: Clarín
Los árboles de Hoia Baciu, el bosque más embrujado del mundo. Foto: Clarín

El misterioso bosque está localizado al oeste del municipio de Cluj-Napoca, en la región de Transilvania (Rumania), donde habitaba Vlad Tepes, el conocido personaje de Drácula. A parte de este vínculo histórico y enigmático, el sitio cuenta con el Triángulo de las Bermudas de Transilvania: Hoia Baciu.

Tras realizar decenas de excavaciones, los arqueólogos determinaron que una civilización vivió en el lugar. Debido a sus sorprendentes leyendas e historias, el bosque se ha convertido en una zona envuelta de incógnitas sin resolver.

En Hoia Baciu sucedería el fenómeno del tiempo perdido, ya que las personas que han ingresado y salido del bosque, creyendo que han permanecido un par de minutos, en realidad estuvieron desorientados horas o días enteros.

El caso más divulgado fue protagonizado por una niña de 5 años, que desapareció en el lugar. Después de cinco años, reapareció sin ningún cambio: con la misma vestimenta, rostro y cuerpo. Aparentemente, el tiempo se paralizó para ella, que pensaba que solo se había alejado de su vivienda por unos minutos.

La denominación del “Triángulo de las Bermudas de Transilvania” se debe a un insólito incidente. En 1965, un pastor y su rebaño de 200 ovejas entraron el bosque y desaparecieron sin dejar rastro. Desde entonces Hoia Baciu obtuvo su segundo nombre.

Una extraña forma en el interior del bosque de Hoia Baciu. Foto: Clarín

Una extraña forma en el interior del bosque de Hoia Baciu. Foto: Clarín

Aquellos que entran al sitio salen con raros síntomas como ansiedad, náuseas, dolores de cabeza y algo que todavía no logran explicar: pequeñas quemaduras, ampollas o erupciones en la piel.

En 1953, el ingeniero y reconocido biólogo, Alexandru Sift, fue al misterioso terreno para estudiarlo. Durante varios días, entró y salió del bosque registrando fotografías. No sintió nada fuera de lo normal, pero al revelarlas aparecieron sombras y extrañas formas que él no pudo ver al momento de capturar las imágenes.

Con respecto a los ovnis, desde los años 60 son muchos los avistamientos que se vivieron en el sitio. Además, hay una prueba que supuestamente es irrefutable. El 18 de agosto de 1968 a horas de la tarde, un día sin viento y con 36 °C, el militar Emil Barnea y su pareja, Zamfira Mattea, pese a las advertencias de los pobladores, decidieron pernoctar un par de días en una carpa en el interior del sitio.

Una rara silueta fotografiada en el bosque de Hoia Baciu. Foto: Clarín

Una rara silueta fotografiada en el bosque de Hoia Baciu. Foto: Clarín

Al caer la noche, Emil escuchó a su novia gritar y corrió hacia la carpa. Y divisó algo increíble: en el cielo un disco metálico brillaba de manera resplandeciente y flotaba encima de los árboles. Hasta que desapareció como un relámpago. Pero antes de irse, el soldado tomó fotos. Y dejó registrada la presencia del presunto ovni.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Rumana de Parapsicología, Adrian Patrut, afirmó: “Algunos expertos creen que se trata de un verdadero Triángulo de las Bermudas rumano. La zona puede ser certificada como tal, sobre todo por videos y fotos excepcionales, junto a testimonios de investigadores que lo han estudiado durante décadas”.