Estados Unidos entregó bonos de ayuda COVID-19 a más de un millón de personas fallecidas
Bajo la orden de entregar el dinero “lo más rápido posible”, el Departamento de Tesoro de Estados Unidos desembolsó alrededor de 1.400 millones de dólares a difuntos.
Estados Unidos envió casi 1.1 millones de cheques por un valor total de casi 1.400 millones de dólares a ciudadanos ya fallecidos dentro de un programa de protección de impacto económico ante la crisis del coronavirus, según reveló un informe presentado por la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés).
En búsqueda de detallar cómo se ha ido administrado los 269.3 mil millones que asignó el Congreso en marzo como respuesta a la crisis de COVID-19, la GAO descubrió que a consecuencia de la prisa de entregar el dinero “lo más rápido posible”, el Departamento de Tesoro y el Servicio de Ingresos Internos no verificaron los registros de defunción.
Hasta el 30 de abril, en los tres primeros lotes de pagos, las entidades responsables no utilizaron “los registros de defunción como un filtro para detener los pagos a los ciudadanos ya muertos”, por lo que casi un total de 1.4 mil millones de dólares fueron destinados a personas difuntas.
Los ciudadanos estadounidenses elegibles para este beneficio recibieron cheques en función a de sus declaraciones de impuestos sobre la renta de 2018 y 2019, o al completar una declaración simple de impuestos. Aquellos con ingresos menores a 75.000 dólares al año, obtuvieron bono por un valor de 1.200 dólares, con un pago adicional de 500 dólares por cada hijo menor de 17 años.
Los familiares de los fallecidos que recibieron los pagos de alivio en un principio creyeron que podían quedarse con el bono. Sin embargo, en mayo se detectó el error en los desembolsos y el Servicio de Ingresos Internos de Estados Unidos informó que los pagos realizados a personas fallecidas tendrán que devolverse debido a que no califican para el programa.
Según señaló un funcionario del Departamento de Tesoro, ellos no sabían que los pagos podrían ir a los difuntos, por lo que al enterarse que los cheques habían sido enviados a ciudadanos fallecidos, determinaron que “una persona no tiene derecho a recibir un pago si él o ella ha muerto a partir de la fecha en que se debe entregar el pago”.