“Tengo los anticuerpos”: médico y enfermera se curaron de coronavirus y atienden otra vez
El médico donó su plasma y con ella dos pacientes graves de coronavirus se recuperaron en la Argentina. "Al haber estado enfermo, yo ‘formé’ anticuerpos".
Uno de los grupos más propensos a padecer por el nuevo coronavirus son los trabajadores de la salud. Y en la Argentina un médico y una enfermera se contagiaron, pero lograron recuperarse e incluso retomar sus funciones.
“Cuando llegué a Londres se declaró la pandemia”, rememoró Fernando Fernández al diario local Clarín su viaje a Reino Unido en marzo pasado. Días después logró devolverse al país sudamericano, donde le notificaron que tenía coronavirus.
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Solo presentaba dolor de garganta, pero aún así recibió la noticia menos querida. “Me diagnosticaron neumonía. Pero dos días más tarde tuve resultado del hisopado: positivo con coronavirus. Estuve 10 días internado con tratamiento y después otros 15 haciendo aislamiento en casa”.
En un principio el doctor recibió la controversial hidroxicloroquina y el retroviral ritonavir. “Los primeros cuatro días estuve con fiebre y me sentía mal. Después, efectos adversos a la medicación, como vómitos y náuseas, pero del COVID-19 no tuve otros síntomas más que la fiebre”.
Fernández fue la primera persona con COVID-19 en el Sanatorio Finochietto y el primer recuperado de Buenos Aires que donó plasma para el tratamiento de pacientes contagiados.
"Cuando volví al trabajo me dijeron que en el centro de hemoterapia empezaban a recibir plasma. Se estaba iniciando en ese momento, a mediados de abril", contó. En este líquido transparente están los anticuerpos.
Reside en Banfield, provincia de Buenos Aires, y desde allí llamó a seguir su ejemplo, como una forma más de combatir la pandemia del coronavirus. “Cuando uno toma contacto con un virus, genera inmunización activa”, aseguró.
“Al haber estado enfermo, yo ‘formé’ anticuerpos. Una persona con diagnóstico reciente de COVID-19 no tiene esos anticuerpos, entonces al darle los míos, lo que suele ocurrir es que se neutraliza la acción del virus”, explicó.
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Hace poco más de un mes que volvió a laborar y lo hace en la parte de internación clínica, donde recibe muchas personas con COVID-19. “Estoy en contacto permanente para internarlos o derivarlos a internación extrahospitalaria”, añadió.
Aun así trata “de no tener miedo” en medio de la emergencia sanitaria. “Tuve la noticia que dos personas que recibieron mi plasma habían estado con un cuadro más grave y se recuperaron. Fue una satisfacción enorme. Uno se pregunta por qué le pasan las cosas. Pero, bueno (...) quizás esa sea la respuesta”.
La enfermera con anticuerpos
Marisa Saravia, de 33 años, es una enfermera que también se infectó de coronavirus, solo que su infección fue a través de un paciente. Se convirtió en la primera en contagiarse en la localidad argentina de Escobar.
Empero dos meses después dio negativo y ahora recibe a casos confirmados en el Hospital Austral de la ciudad bonaerense de Pilar. “Quise volver a trabajar porque me sentía preparada. Ya superé mis miedos: tengo los anticuerpos”.
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Su historia fue tan destacada en la Argentina que fue visitada en el centro de salud a principios de junio por el presidente Alberto Fernández. “El presidente se quedó hablando mucho conmigo porque quedó impactado con mi historia”, afirmó a una emisora de radio local.
El mandatario argentino la visitó recientemente. Foto: difusión
Saravia optó por aislarse en su casa, pero su marido contrajo la COVID-19, sufrió discriminación y en ese tiempo su cuñado falleció por la enfermedad. Actualmente, no ha vuelto a caminar por las calles, ni siquiera para comprar.
"La pasamos mal: al principio, los recolectores de basura no pasaban por miedo a contagiarse y cuando mis parientes iban al supermercado, no los dejaban entrar. El trauma quedó", admitió.