Automedicación con Dexametasona: una verdadera ponzoña para pacientes con diabetes
Especialistas advierten que el uso de este glucocorticoide debe ser suministrado únicamente bajo seguimiento médico en los casos más graves de COVID-19, y en ningún caso de forma preventiva.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford de Inglaterra reveló esta semana los buenos resultados de usar bajas dosis de Dexametasona en casos críticos del nuevo coronavirus (COVID-19). Sin embargo, el uso sin seguimiento médico de este corticosteroide puede resultar mortal para pacientes con diabetes.
Con la experiencia de la Ivermectina y Azitromicina en nuestro país, miles de personas han temido el inicio de un nuevo monopolio farmacéutico en torno a este medicamento. Sin embargo, este temor no solo se incuba en el Perú, y numerosos especialistas en Brasil han salido al frente para advertir el riesgo que su consumo indiscriminado puede representar.
En diálogo con el medio brasileño La Gaceta, los infectólogos Lauro Ferreira Pinto y Rúbia Miossi coincidieron en que el uso de la Dexametasona a través de la automedicación puede resultar contraproducente y hasta ocasionar la muerte, sea en pacientes positivos del nuevo coronavirus (COVID-19) o de forma preventiva.
Para Miossi, infectóloga de la Universidade Federal do Espírito Santo, el uso indiscriminado de esta fórmula corticosteroidea puede provocar pérdida de masa ósea, aumento de la presión arterial, así como picos de glucosa y sodio en la sangre. En aquellos que son pacientes de diabetes, esto significa que la enfermedad puede dispararse a partir de una aplicación de Dexametasona sin seguimiento profesional.
Además, el uso prolongado de este medicamento disminuye la inmunidad del paciente. “Es un medicamento que solo debe usarse en los casos definidos por el estudio (de Inglaterra), es decir, para pacientes hospitalizados con COVID-19 que requieren oxígeno, y para pacientes en UCI con ventilación asistida. No existen indicaciones para usar Dexametasona en casa”, explicó.
Por su parte, el profesor Lauro Ferreira precisó que los corticosteroides son inmunodepresores, lo que significa que son capaces de reducir la inmunidad del paciente. “La persona es más vulnerable a las infecciones, por lo que el medicamento debe aplicarse con gran discreción. El estudio no menciona el uso en personas que no necesitan hospitalización”, sentenció.
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