Policía de Minneapolis será desmantelada y reconstruida tras la muerte de George Floyd
“Nos comprometimos a desmantelar la Policía tal como la conocemos en la ciudad de Minneapolis", anunció la presidenta del concejo municipal, Lisa Bender.
Nueve integrantes del consejo de la ciudad de Minneapolis (Estados Unidos) anunciaron este domingo 7 de junio que recortarán los fondos y desmantelarán el Departamento de Policía de la ciudad, donde se dio hace poco la muerte bajo custodia policial del afroestadounidense George Floyd.
En una entrevista a la cadena local CNN la presidenta del concejo municipal, Lisa Bender, indicó que con nueve votos a favor tendrán la mayoría a prueba de veto de los 13 miembros del ente.
“Nos comprometimos a desmantelar la Policía tal como la conocemos en la ciudad de Minneapolis y a reconstruir con nuestra comunidad un nuevo modelo de seguridad pública que realmente mantenga a salvo a nuestra comunidad”, afirmó Bender.
Explicó que los fondos de la Policía se dirigirán a otras áreas e indicó que debatirán cómo sustituir a esta institución, aunque reconoció que para eso se necesitará mucho más tiempo.
“La idea de no tener un Departamento de Policía ciertamente no es a corto plazo”, añadió la presidenta del concejo municipal.
Alondra Cano, otra integrante del concejo, por medio de su cuenta oficial en Twitter había informado previamente de este paso tomado por la mayoría y había advertido que la Policía “no es reformable”. Su objetivo es “terminar con el sistema policial actual”.
El 25 de mayo pasado Floyd perdió la vida y cuatro, ya exoficiales, estuvieron involucrados en otro caso que señala a agentes blancos en la muerte de una persona negra desarmada.
Uno de ellos, Derek Chauvin, presionó con la rodilla el cuello de Floyd durante la detención, antes de que el hombre suplicara que lo soltara. “No puedo respirar”, se escucha que dijo en un video, una frase que se ha convertido en un eslogan de protesta.
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Estados Unidos se ha llenado en múltiples ciudades de manifestaciones contra la brutalidad policial y el racismo, tanto que el presidente Donald Trump ha amenazado con aplicar la la Ley de Insurrección.