Cuba: adolescentes denuncian que fueron abusadas sexualmente por policías durante cuarentena
Los efectivos policiales estaban ebrios cuando interceptaron a las menores en una conocida avenida de La Habana.
Una mujer denunció a dos agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Cuba por violencia sexual contra su hija menor de edad y la amiga de esta, el último jueves por la noche.
Según contaron las adolescentes, fueron arrestadas por los miembros de seguridad cerca de la conocida Plaza de Marianao, en 51 y 124, en La Habana bajo la excusa de que estaban en la calle incumpliendo la cuarentena establecida por la pandemia de coronavirus.
“Íbamos para Pogolotti a un mandado de mi mamá, para recoger unas cosas que mi padrastro le iba a mandar a mi hermano. Cuando íbamos bajando por la plaza, viene subiendo la patrulla y nos piden carnet. Nosotros le dijimos que éramos menores de edad y que no teníamos documentos. Entonces ellos nos dicen: ‘bueno ustedes van presas con 3.000 pesos de multa, y cuando lleguen a la unidad ustedes llaman a sus madres’”, relató A.C.P, una de las víctimas.
Una de las menores de 17 años contó a Cubanet que imploraron a los oficiales que las dejen ir a su casa, pero las trasladaron en la patrulla al barrio El Palmar donde las ultrajaron.
Las dos adolescentes fueron llevadas en una patrulla a un lugar lejano donde abusaron de ellas.
Según describió la muchacha, los dos hombres estaban bebidos e incluso tenían un envase de licor dentro de la patrulla. “Uno de ellos empezó a hacerle cosas a mi amiguita afuera del auto, mientras el otro empezó a darle besos a ella y a tocarla a la fuerza”, contó la víctima.
Su madre, Elvira Pelegrín Laborde, reveló airada el maltrato que sufrieron cuando fueron a poner la denuncia en la estación de Policía. “Se demoraron cantidad en atendernos. Cuando les dio la gana nos dijeron que ellas iban a ir para Medicina Legal y que después íbamos a ir al lugar de los hechos…”, contó.
Este repugnante hecho causó gran indignación en el asentamiento ilegal Indalla, donde viven las dos víctimas de la agresión.