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Científicos de Harvard establecen relaciones entre los brotes de COVID-19 y la variación estacional

La investigación señala que “incluso en el caso de una eliminación aparente” de la COVID-19, “se debe mantener la vigilancia, ya que un resurgimiento del contagio podría ser posible hasta 2024”.

Trabajadores del Ministerio de Salud toman muestras a domicilio para pruebas de coronavirus en Lima. Foto: EFE
Trabajadores del Ministerio de Salud toman muestras a domicilio para pruebas de coronavirus en Lima. Foto: EFE

Científicos de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, explicaron a través de un informe publicado el último martes que la vigencia del coronavirus (COVID-19) dependerá más de la época en que se establezca la infección generalizada que de la magnitud de la variación estacional en la transmisibilidad.

“La intensidad y el momento de los brotes pandémicos y pospandémicos dependerán de la época del año en que se establezca la infección generalizada por SARS-CoV-2 y, en menor grado, de la magnitud de la variación estacional en la transmisibilidad y el nivel de inmunidad cruzada. que existe entre los betacoronavirus”, señala el informe.

A través del informe publicado en la revisa Science en el que se simuló la trayectoria del pandemia, los científicos de Harvard señalaron que el virus podría volverse estacional al igual que el resfriado común, con tasas de contagio más frecuente en los meses más fríos de la temporada.

“Descubrimos que es probable que las medidas de distanciamiento social por única vez sean insuficientes para mantener la incidencia del SARS-CoV-2 dentro de los límites de la capacidad de atención crítica en Estados Unidos”, informó a la prensa el autor principal de la investigación, Stephen Kissler.

En este sentido, lo que parecería necesario en ausencia de cualquier otro tipo de tratamientos para la COVID-10 serían “los periodos intermitentes de distanciamiento social”, de acuerdo a las conclusiones del a escuela de medicina de la Universidad de Harvard que proponen como fecha tentativa el 2022.

Lo que si pudieron concluir con certeza es que el virus de la COVID-19 llegó para quedarse, pues es muy poco probable que siga el mismo camino de extinción del SARS durante su primera ola de contagios en el 2002-2003.

Sin embargo, para el epidemiólogo de enfermedades infecciosas de la Universidad de Edimburgo, Mark Woolhouse, el estudio carece de cierta consistencia pues se basa en "una serie de suposiciones, como la inmunidad adquirida que aún no se han confirmado”, aunque reconoció que las muestras utilizadas se ajustan perfectamente a la realidad.

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Marc Lipsitch, docente de epidemiología en la Universidad de Harvard y otro de los autores del estudio, recalcó que “predecir el fin de la pandemia para el próximo verano” en los Estados Unidos “no es consistente con lo que sabemos”.

Por su parte, para el epidemiólogo de enfermedades infecciosas de la Universidad de Edimburgo, Mark Woolhouse, el estudio goza de ciertos vacíos pues se basa en "una serie de suposiciones, como la inmunidad adquirida que aún no se han confirmado”, aunque reconoció que las muestras utilizadas se ajustan perfectamente a la realidad.

El último balance de la Universidad Johns Hopkins señaló el martes que Estados Unidos registró 2 228 muertes en 24 horas por coronavirus. El total de muertos en el país superó ya los 25 000, la mayor cifra a nivel mundial, mientras que los contagios superan los 598.600 casos.