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China diseña un brazo robótico que apunta a evitar nuevos contagios de coronavirus [VIDEO]

Expertos de una universidad china crearon un robot capacitado, entre otras cosas, para desinfectarse tras atender a personas con coronavirus (COVID-19).

El nuevo coronavirus ha dejado cifras altas de víctimas en China donde investigadores de la Universidad de Tsinghua, en Pekín (capital), han diseñado un robot que podría evitar nuevos contagios. El COVID-19 actualmente se encuentra presente en más de un centenar de países.

De acuerdo a los creadores del brazo articulado, que fueron consultados por la agencia Reuters, el robot apunta a salvar vidas entre el personal médico. Se estima que más de 3000 funcionarios han sido diagnosticados con COVID-19 hasta finales de febrero.

Las cifras que deja el coronavirus cambian diariamente. Hasta el momento se registran al menos 3654 fallecidos en todo el mundo y más de 107 000 infectados, en una emergencia internacional que mantiene en vilo a decenas de países, desde Italia hasta Corea del Sur.

“Este virus es demasiado contagioso. Podemos usar robots para realizar las tareas más peligrosas”, declaró el académico de la Universidad de Tsinghua, Zheng Gangtie, diseñador jefe del proyecto..

Se trata de un brazo robótico sobre ruedas, equipado con cámaras, que puede realizar ultrasonidos, tomar muestras de la boca y auscultar pacientes con un estetoscopio; una tarea que actualmente realiza personal médico. Su idea es que incluso puedan hacerlo desde otra ciudad.

Para eso, su equipo de especialistas se encargó de que fuese completamente automatizado y pudiese desinfectarse tras realizar acciones que implicaban conctacto con pacientes que tuvieran el virus SARS-CoV-2.

“Pero la respuesta de los médicos fue que sería mejor que hubiera menos automatización, ya que la presencia consolaría y tranquilizaría al paciente”, señaló Zheng.

Aun así está previsto que la prueba piloto se realice este domingo en pacientes con coronavirus en Wuhan, ciudad donde surgió el COVID-19. De ser exitoso, el académico aspira a que alguna empresa colabore económicamente con su proyecto.

La Universidad de Tsinghua se quedó sin recursos para cubrir la fabricación del robot, el cual cuesta unos 72 000 dólares.